Revolución en el Depor

Las derrotas en Riazor llevan a Caparrós a cambiar medio equipo ante el Valencia

Joaquín Caparrós dejó el domingo en el aire una frase enigmática después de que su equipo, el Deportivo, perdiese en Riazor ante el Alavés, la cuarta derrota en su estadio en lo que va de Liga: "Yo sé qué es lo que nos ocurre en casa, pero no lo voy a decir". Caparrós no ha aclarado desde entonces su insinuación, pero todas las interpretaciones están abiertas una vez que ayer se conocieron los planes del técnico para enfrentarse hoy al Valencia (Cuatro, 22.00), en los cuartos de final de la Copa. Caparrós prevé cambiar casi la mitad del equipo y ensayará un doble pivote completamente nuevo con...

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Joaquín Caparrós dejó el domingo en el aire una frase enigmática después de que su equipo, el Deportivo, perdiese en Riazor ante el Alavés, la cuarta derrota en su estadio en lo que va de Liga: "Yo sé qué es lo que nos ocurre en casa, pero no lo voy a decir". Caparrós no ha aclarado desde entonces su insinuación, pero todas las interpretaciones están abiertas una vez que ayer se conocieron los planes del técnico para enfrentarse hoy al Valencia (Cuatro, 22.00), en los cuartos de final de la Copa. Caparrós prevé cambiar casi la mitad del equipo y ensayará un doble pivote completamente nuevo con el argentino Coloccini y el canadiense De Guzmán. Para que no queden dudas, Caparrós avisó: "No se trata de rotaciones. Cuento con los jugadores que creo más convenientes".

Los duelos entre el Depor y el Valencia son un clásico reciente en el fútbol español. Nada unía ni separaba especialmente a los dos equipos hasta que, en 1994, llegó el famoso partido del penalti de Djukic y, al año siguiente, la también célebre final de Copa entre ambos equipos suspendida por un violento aguacero sobre Madrid. Este último partido dio al Depor su primer título nacional, una Copa del Rey que repetiría en 2002, en otro duelo difícil de olvidar, el del centenariazo del Madrid.

El club coruñés ha vuelto este año a volcar sus esperanzas en un torneo que le ha brindado tantas satisfacciones. La magnitud de sus objetivos en la Copa ha quedado clara con el gesto del presidente, Augusto César Lendoiro, tras eliminar al Osasuna en la eliminatoria anterior: presentó su candidatura para acoger en Riazor, por primera vez en la historia, la final del torneo.

El interés del club por la Copa concede toda la credibilidad a Caparrós cuando asegura que la revolución de hoy no es ni mucho menos un modo de reservar jugadores para la Liga. Además del original doble pivote que se dispone a ensayar, el técnico dejará en el banquillo a Tristán y no ha convocado a Sergio, Víctor y Scaloni.

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