Necrológica:NECROLÓGICAS

Hugh Thompson, ex combatiente en Vietnam

Denunció los abusos del Ejército de EE UU en My Lai

Hugh Thompson, un piloto de helicóptero del Ejército que rescató a civiles vietnamitas durante la matanza de My Lai, comunicó los asesinatos a sus superiores en un estado de furia por lo que había visto, testificó en los interrogatorios y recibió una distinción del Ejército tres décadas más tarde; falleció el 6 de enero en Alexandria, Luisiana, a causa de un cáncer. Tenía 62 años.

El 16 de marzo de 1968, el oficial técnico en jefe Thompson y los dos miembros de su tripulación sobrevolaban en una misión de reconocimiento el pueblo survietnamita de My Lai cuando divisaron cuerpos de hombr...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hugh Thompson, un piloto de helicóptero del Ejército que rescató a civiles vietnamitas durante la matanza de My Lai, comunicó los asesinatos a sus superiores en un estado de furia por lo que había visto, testificó en los interrogatorios y recibió una distinción del Ejército tres décadas más tarde; falleció el 6 de enero en Alexandria, Luisiana, a causa de un cáncer. Tenía 62 años.

El 16 de marzo de 1968, el oficial técnico en jefe Thompson y los dos miembros de su tripulación sobrevolaban en una misión de reconocimiento el pueblo survietnamita de My Lai cuando divisaron cuerpos de hombres, mujeres y niños esparcidos por el lugar. Thompson aterrizó dos veces para intentar averiguar qué estaba ocurriendo y finalmente se dio cuenta de que se estaba produciendo una matanza. La segunda vez tomó tierra cerca de un búnker en el que un grupo de unos 10 civiles estaban siendo amenazados por soldados estadounidenses. Por medio de gestos convenció a los vietnamitas para que salieran, a la vez que ordenó a su artillero y a su jefe de equipo que dispararan contra cualquier soldado estadounidense que abriera fuego contra los civiles. Nadie lo hizo.

Thompson avisó por radio para que un helicóptero armado evacuara al grupo y, más tarde, su jefe de equipo, Glenn Andreotta, sacó a un chico de una acequia de riego y su helicóptero voló hasta un lugar seguro. Thompson contó lo que había visto al regresar a su base. "Me dijeron que estaba gritando bastante", declaraba a U. S. News & World Report en 2004. "Amenacé con no volar jamás. No quería formar parte de aquello. No era la guerra".

Thompson siguió en combate y luego regresó a Estados Unidos para instruir a pilotos de helicóptero. Cuando salieron a la luz las revelaciones sobre My Lai testificó ante el Congreso, un interrogatorio militar y el juicio del teniente William L. Calley, hijo, líder del pelotón de My Lai, que fue el único soldado condenado por la matanza. Cuando Thompson regresó a casa le pareció que se le consideraba la parte culpable. "Recibía amenazas de muerte por teléfono", contó al programa 60 Minutes de CBS News en 2004.

El 6 de marzo de 1998, el Ejército hizo entrega de la Medalla del Soldado al Heroísmo sin conflicto con un enemigo a Thompson; a su artillero, Lawrence Colburn, y, a título póstumo, a Andreotta, que falleció en un accidente de helicóptero tres semanas después de la masacre de My Lai. La mención, otorgada en una ceremonia en el Monumento a los Ex Combatientes de Vietnam en Washington, decía que los tres miembros de la dotación aterrizaron "en la línea de fuego entre los soldados de Infantería estadounidenses y los civiles vietnamitas que huían para impedir su asesinato".

El 16 de marzo de 1998, Thompson y Colburn asistieron a una ceremonia en My Lai que conmemoraba el 30º aniversario de la masacre. "Aquí ocurrió algo terrible hace hoy 30 años", dijo Thompson. "No puedo explicar por qué sucedió. Sólo me gustaría que aquel día nuestra dotación hubiera ayudado más de lo que lo hizo".

Thompson trabajó como asesor de ex combatientes en Luisiana después de abandonar el servicio militar. A lo largo de los años siguió expresando sus opiniones, y fue invitado a West Point y otras instalaciones militares para hablar sobre las obligaciones morales y legales de los soldados en tiempos de guerra. Es de suponer que era consciente del ostracismo al que se había enfrentado y de la larga espera por esa ceremonia de la medalla en Washington.-

Hugh Thompson, en 1960.

Archivado En