Moyà pierde y se excluye de la Copa Davis

¿Qué le ocurre a Carlos Moyà? Parecía en una excelente situación para entrar con buen pie en el Open de Australia, el primer torneo del Grand Slam de la temporada tenística. Sin embargo, ayer perdió frente al rumano Andrei Pavel, a quien había derrotado en sus dos enfrentamientos previos. A sus 29 años, el español sabe dónde están sus límites. Pero él mismo se había ilusionado tras haber llegado a la final de Chenai hace sólo unas semanas. Su decepción en Melbourne fue importante. Tanta que, poco después de finalizar su partido, confesó que no piensa jugar la Copa Davis, al menos en las primer...

¿Qué le ocurre a Carlos Moyà? Parecía en una excelente situación para entrar con buen pie en el Open de Australia, el primer torneo del Grand Slam de la temporada tenística. Sin embargo, ayer perdió frente al rumano Andrei Pavel, a quien había derrotado en sus dos enfrentamientos previos. A sus 29 años, el español sabe dónde están sus límites. Pero él mismo se había ilusionado tras haber llegado a la final de Chenai hace sólo unas semanas. Su decepción en Melbourne fue importante. Tanta que, poco después de finalizar su partido, confesó que no piensa jugar la Copa Davis, al menos en las primeras eliminatorias.

"Para que vuelva al equipo nacional deben cambiar muchas cosas", dijo. Y explicó que lo primero que debe cambiar es su juego. "Ganar la Davis es lo mejor que me ha ocurrido. En esta competición tuve sensaciones no igualadas ni en el Grand Slam ni al ser número uno. Mantener este recuerdo es perfecto. Si vuelvo será porque me encuentre a tope y preparado".

De momento, eso no es lo que ocurre. La carrera deportiva de Moyà se despejó en 1997, justo en Melbourne, cuando, sin que nadie lo esperara, se encaramó hasta la final. Después lo logró todo: tuvo un año espectacular en 1998, cuando ganó Roland Garros y fue finalista del Masters, por lo que alcanzó el liderato mundial ya en 1999. Pero luego sufrió severas lesiones en la espalda que frenaron su evolución. Sólo su calidad y su ansia por volver a estar entre los grandes le permitió mantenerse en la élite. Pero a cada paso descubre que estar ahí le cuesta un enorme sacrificio. Y corre el peligro de desmoronarse si los resultados no le acompañan rápidamente.

Sin Moyà y sin Rafael Nadal -no habrá competido todavía a principios de febrero- a Emilio Sánchez Vicario, el capitán debutante en la Davis, le queda una papeleta para visitar Bielorrusia. Por contra, tres de los candidatos a los partidos individuales se reivindicaron ayer: David Ferrer, Tommy Robredo y Feliciano López pasaron sin problemas a la segunda ronda. No tuvieron acceso a ella, en cambio, ni Anabel Medina ni la norteamericana Venus Williams.