Un hombre es condenado a tres años de cárcel por robar y desnudar a su víctima

Un juzgado de Madrid ha condenado a tres años de prisión y 15 días de multa a Jesús Fernández Bermejo, de 36 años, por dejar medio desnudo a su víctima tras robarle todas sus ropas.

El condenado golpeó y despojó a Roberto de la Cruz, de 24 años, de los pantalones, calzoncillos y zapatos. Además, le robó 145 euros en metálico, una cadena de oro, un reloj y la cartera. Según la sentencia, "se considera acreditado que el acusado, para vejar a la víctima, lo dejó semidesnudo en la vía pública, con ánimo de aumentar el sufrimiento".

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de septiembre de 2...

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Un juzgado de Madrid ha condenado a tres años de prisión y 15 días de multa a Jesús Fernández Bermejo, de 36 años, por dejar medio desnudo a su víctima tras robarle todas sus ropas.

El condenado golpeó y despojó a Roberto de la Cruz, de 24 años, de los pantalones, calzoncillos y zapatos. Además, le robó 145 euros en metálico, una cadena de oro, un reloj y la cartera. Según la sentencia, "se considera acreditado que el acusado, para vejar a la víctima, lo dejó semidesnudo en la vía pública, con ánimo de aumentar el sufrimiento".

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de septiembre de 2004 cuando la víctima, Roberto de la Cruz, caminaba por un paso elevado de la carretera A-4 de Madrid. Jesús Fernández y otro individuo, que no ha sido identificado, persiguieron a la víctima a la carrera hasta alcanzarlo. "Le propinaron un fuerte golpe en el rostro, varias patadas y puñetazos", explica la sentencia.

Los agresores le robaron a la víctima todas sus pertenencias de valor y procedieron a despojarle de sus ropas. Como consecuencia de los golpes Roberto de la Cruz perdió un diente, sufrió contusiones en los dedos de la mano y un traumatismo cranoencefálico leve.

El tribunal no considera probado que el agresor no identificado exhibiera una navaja durante la persecución.

La sentencia condena a la víctima a una pena de dos años de prisión por el delito de robo con intimidación, un año de cárcel por lesiones y a quince días de multa por la falta de vejación injusta con la atenuante de drogadicción. El condenado era adicto a los opiáceos, que consume fumados, y a la cocaína desde al menos 1991.

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