Juicio contra el hombre que quemó una casa y provocó dos muertes

El acusado, que se enfrenta a 47 años, tenía orden de alejamiento

Hoy, martes, se inicia en la Audiencia de Madrid, sección tercera, el juicio contra el hombre que prendió fuego a la casa de su ex compañera sentimental y, según el escrito de acusación del fiscal, provocó la muerte de los padres de ella, que dormían en ese momento. Sobre el agresor, Gregorio R. T., pesaba una orden de alejamiento de su ex novia. El fiscal pide para él un total de 47 años de cárcel por delitos de incendio, dos asesinatos y un asesinato intentado. Está preso desde el 10 de abril de 2004.

Los hechos que describe el fiscal en su escrito de acusación ocurrieron el 8 de abri...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hoy, martes, se inicia en la Audiencia de Madrid, sección tercera, el juicio contra el hombre que prendió fuego a la casa de su ex compañera sentimental y, según el escrito de acusación del fiscal, provocó la muerte de los padres de ella, que dormían en ese momento. Sobre el agresor, Gregorio R. T., pesaba una orden de alejamiento de su ex novia. El fiscal pide para él un total de 47 años de cárcel por delitos de incendio, dos asesinatos y un asesinato intentado. Está preso desde el 10 de abril de 2004.

Los hechos que describe el fiscal en su escrito de acusación ocurrieron el 8 de abril de 2004. Cuando quemó la casa con el matrimonio de ancianos y un menor dentro (un hijo de su ex novia), a Gregorio R. T. le constaban antecedentes penales por amenazar a su ex pareja Celia A. G. En octubre de 2003 había sido condenado a seis meses de cárcel. Además, cuatro años antes, en 1998, también había tenido problemas con la justicia por un delito contra la seguridad en el tráfico.

La pareja mantuvo una relación sentimental durante cinco años, pero ella le puso fin en las navidades de 2002. Él la amenazó, ella le denunció y fue condenado a seis meses. Casi un año después, sin embargo, volvieron a retomar la relación. Pero esta segunda vez la relación duró muy poco. A los 15 días, ella decidió romperla. Él no lo aceptó. Cuando sucedieron los hechos, aún recaía sobre él una orden judicial de alejamiento de su ex novia.

"Llamadas insistentes"

Según la Fiscalía de Madrid, que dirige Manuel Moix, los días 6 y 7 de abril de 2004, Gregorio R. T. estuvo buscando a Celia con el fin "de hablar con ella y pedirle explicaciones sobre la ruptura". Pasó horas merodeando por su domicilio y por el puesto de trabajo de ella. También la llamó insistentemente al teléfono móvil y al fijo de su domicilio. Ella no quería saber nada de él. La noche de los días 7 al 8 de abril, el proceso se apostó a las puertas del domicilio de Celia "para conseguir verla". Parte de la noche estuvo echado en un sofá que había en el portal del edificio que compartía con sus padres y su hijo, de 17 años.

Sobre las 5.30 fue a un bar cercano al domicilio de su ex novia y compró una garrafa de cinco litros. Se fue con ella a una gasolinera, la llenó de combustible y volvió a la casa. Subió hasta la planta quinta del edificio -en el número 18 de la calle de Fernando Gabriel, en Ciudad Lineal- y roció el líquido por debajo de la puerta. Seguidamente, prendió fuego.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Según el fiscal, lo hizo a sabiendas de que en el interior de la vivienda estaban durmiendo los padres de su ex novia (él tenía 76 años, y su esposa, 78) y un hijo de 17 años de ella. Lo sabía porque la tarde anterior había hablado con el padre, señala el fiscal. Sin embargo, en la vivienda no se hallaba Celia. El fiscal no aclara en su escrito si esta circunstancia era o no conocida por el procesado.

Antes de prender fuego, a las puertas de la vivienda "dejó un neceser, y dentro, varios consoladores", explica el ministerio público. Su acción con el mechero sobre la gasolina provocó una explosión y el consiguiente incendio. Las llamas generaron una densa humareda dentro de la casa, que luego se extendió a la escalera del bloque. El procesado huyó del lugar y avisó a la policía de que había un incendio y de que él era el autor del mismo.

Las consecuencias de su acción fueron trágicas. Los padres de Celia sufrieron heridas de "tal gravedad que provocaron su fallecimiento al poco de ingresar ambos en un centro hospitalario". El hijo de Celia, de 17 años, resultó intoxicado y también precisó asistencia. Este menor fue quien avisó a los bomberos dando gritos a través de una ventana. Otros vecinos le oyeron y avisaron por teléfono al servicio de extinción de incendios. Su intervención evitó que las llamas se propagasen al resto del edificio. Los bomberos hallaron al matrimonio con graves problemas respiratorios. El hombre tenía quemaduras de segundo y tercer grado en el rostro y una grave intoxicación por inhalación de humo.

Indemnización

En cerca de 40.000 euros han tasado los peritos los daños ocasionados en el inmueble por el incendio. Los hechos son constitutivos, según el fiscal, de un delito de incendio, de dos asesinatos y de un asesinato intentado. Por todos ellos, el fiscal pide para el procesado un total de 47 años de cárcel.

El fiscal demanda al tribunal que prohíba al acusado acercarse al domicilio de la víctima o al trabajo durante cinco años y, en todo caso, que no se aproxime a ella, esté donde esté, a menos de 500 metros. El fiscal reclama también que indemnice con 72.000 euros a los herederos del matrimonio de ancianos fallecido y que pague los daños ocasionados con el incendio en el inmueble.

Archivado En