Los infalibles

Al contrario del Espanyol, el Barça no tiene ningún problema con el gol, una diferencia capital para entender el resultado de ayer en Montjuïc en un derby extremadamente desagradable por la lluvia y el viento. La noche se puso tan perra que a nadie le sorprendió que fuera Deco quien marcara el tanto que decidió el guión del encuentro después de una pifia de Kameni. La irregularidad del portero camerunés se conjugó con la capacidad del portugués para gobernar y desequilibrar los duelos más ásperos. Ya ocurrió la temporada pasada en el mismo partido y también en diciembre en Vila-real. Nu...

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Al contrario del Espanyol, el Barça no tiene ningún problema con el gol, una diferencia capital para entender el resultado de ayer en Montjuïc en un derby extremadamente desagradable por la lluvia y el viento. La noche se puso tan perra que a nadie le sorprendió que fuera Deco quien marcara el tanto que decidió el guión del encuentro después de una pifia de Kameni. La irregularidad del portero camerunés se conjugó con la capacidad del portugués para gobernar y desequilibrar los duelos más ásperos. Ya ocurrió la temporada pasada en el mismo partido y también en diciembre en Vila-real. Nueve goles de rebote cuenta Deco desde que llegó al equipo azulgrana.

Abierta la lata, el Espanyol no tuvo nada más que decir ante la abrumadora superioridad barcelonista, ratificada con el gol inevitable de Eto'o (18 en 18 partidos), hasta que justamente se lesionó Deco -surió una conmoción cerebral en un choque con Motta y fue ingresado en un hospital- y Lotina movió el banquillo con rabia.

Fracasó el Espanyol cuando salió a contener al Barcelona y se reivindicó en el momento en que defendió su honra frente a un vecino muy ambable. Eto'o se convirtió incluso en el protector de su compatriota Kameni, reiteradamente insultado por las Brigadas Blanquiazules, el grupo de radicales del Espanyol al que la directiva da cuerda un partido sí y otro también. Agitado por Juanfran y Coro, dos jugadores muy vitalistas, el Espanyol logró que el partido se disputara en términos de igualdad, tal como corresponde a un derby, o al menos así se había contando mediáticamente para darle vuelo a la contienda. Ausentes Xavi y Deco, y endurecido desde la alineación y los cambios, el Barça mezcló mal y le costó tener la pelota, tanto que a Rijkaard no le quedó más remedio que recurrir a Iniesta para alcanzar una victoria cantada al inicio y discutida al final por el espíritu copero del Espanyol. Deco y Eto'o fueron de nuevo infalibles en el equipo de Ronaldinho.

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