"Queremos evitar las modas oportunistas y la saturación"
Hace poco más de un año que Juan Insúa (Zarate, Argentina, 1954) fue nombrado responsable del departamento de actividades culturales del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), un cargo crucial en una institución que se caracteriza precisamente por organizar y acoger un gran numero de eventos e iniciativas de diferentes disciplinas y formatos. Buen conocedor del centro, con el que colabora desde 1993 como director del ciclo La ciudad y sus escritores y posteriormente, ya en plantilla, como responsable del ciclo Faros del siglo XX, comisario de exposiciones y también ...
Hace poco más de un año que Juan Insúa (Zarate, Argentina, 1954) fue nombrado responsable del departamento de actividades culturales del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), un cargo crucial en una institución que se caracteriza precisamente por organizar y acoger un gran numero de eventos e iniciativas de diferentes disciplinas y formatos. Buen conocedor del centro, con el que colabora desde 1993 como director del ciclo La ciudad y sus escritores y posteriormente, ya en plantilla, como responsable del ciclo Faros del siglo XX, comisario de exposiciones y también del festival de literatura Kosmópolis, su nombramiento al frente de todas las actividades coincidió con el décimo aniversario del CCCB, un momento de reflexión sobre el pasado y de planes para el futuro que le permitió abordar su tarea con voluntad de renovación.
"El creador también debe ser gestor; no son papeles antagónicos, sino complementarios"
Tras llevar a cabo durante 2005 un programa parcialmente heredado de su predecesora Berta Sureda, actualmente en el Departamento de Cultura de la Generalitat, y acometer algunos cambios metodológicos y reformas estructurales, Insúa presenta las líneas directrices de su programación para 2006, que se articula alrededor de la plataforma Now. Encuentros en el presente continuo y que presenta algunos cambios de orientación.
"Es imprescindible evitar las últimas modas oportunistas y la saturación de información, tan habitual en el ecosistema comunicativo contemporáneo", indica. "La pluralidad extrema y sin rumbo impide definir una línea. Hay que separar las tendencias de fondo de las circunstanciales, establecer un diálogo abierto y dinámico con los grupos asociados e independientes, y ampliar su proyección contribuyendo a crear una red de centros españoles e internacionales. También hay que pensar en fórmulas que no se concentren sólo en los días del evento, sino que continúen con otras modalidades a lo largo del año", añade.
"Se trata de una manera de comunicar mejor la pluralidad. La ciudad y sus múltiples redes seguirán siendo un sujeto privilegiado, así como los temas ecológicos y la intersección entre arte, ciencia y tecnología", explica Insúa. Now incluirá, entre otros, los encuentros de vídeo de Ovni y de fotografía de Foto Barcelona, el ciclo de cine Gandules, un proyecto sobre la radio de Platoniq y un evento en colaboración con Mecad/Media Centre d'Art i Disseny. La primera actividad del programa de 2006 se inaugurará el 3 de febrero con el título BCN MP7. Música en proceso y abordará el nuevo activismo en el ámbito musical. "Hay que erosionar el mito según el cual creatividad y gestión son incompatibles. No hay forma de pensar proyectos artísticos complejos sin capacidades técnicas y administrativas. El creador debe ser también gestor; son papeles complementarios, no antagónicos", advierte.
En el frente organizativo, Insúa ha racionalizado la estructura del departamento aplicando un riguroso protocolo de trabajo que define los requisitos técnicos y conceptuales básicos para que una propuesta sea aceptada en una primera fase de valoración. Esta herramienta resulta imprescindible en un departamento integrado por siete personas que gestionan cada año más de 30 proyectos de temáticas y formatos muy diversos que se suceden a un ritmo acelerado.
"El departamento de actividades culturales es un ámbito muy complejo, tanto por el gran volumen de proyectos como por la pluralidad de colectivos asociados y externos con los que colaboramos. A lo largo del año pasado nos centramos en un trabajo invisible: desarrollar una metodología adecuada para gestionar la cantidad y complejidad de las propuestas", comenta. Su primer reto ha sido "definir el número de proyectos sostenibles; es decir, que se puedan llevar a cabo en condiciones óptimas", encontrando un equilibrio entre los grupos históricos vinculados al CCCB -entre otros, Ovni, Zeppelín, Platoniq y Advanced Music, organizador de Sónar- y nuevos colectivos que contribuyen a "mantener la línea evolutiva del centro".
"Por lo que se refiere a la programación, el reto es gestionar la complejidad, clarificar los grandes temas que se deben tratar e investigar la evolución de los formatos. Queremos formalizar una de las tendencias de esta casa, poniendo en práctica el paradigma I+D+i, investigación, desarrollo, innovación, que desgraciadamente no suele ser frecuente en los ámbitos culturales", concluye Insúa.