Los terroristas probaron los explosivos el día que los robaron

Las pesquisas sobre los teléfonos móviles utilizados por los terroristas del 11-M que robaron la Goma 2 ECO empleada en los atentados indican que hicieron una o varias pruebas con los explosivos en las proximidades de la mina Conchita, en Asturias, durante la noche del 29 de febrero de 2004, horas antes de iniciar el viaje a Madrid con la dinamita. Las pruebas se hicieron desde el teléfono con número 656.000.311, que durante esa noche únicamente recibió o envió mensajes SMS, que fueron captados por los postes repetidores de las localidades asturianas de Soto de la Barca y Salas.

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Las pesquisas sobre los teléfonos móviles utilizados por los terroristas del 11-M que robaron la Goma 2 ECO empleada en los atentados indican que hicieron una o varias pruebas con los explosivos en las proximidades de la mina Conchita, en Asturias, durante la noche del 29 de febrero de 2004, horas antes de iniciar el viaje a Madrid con la dinamita. Las pruebas se hicieron desde el teléfono con número 656.000.311, que durante esa noche únicamente recibió o envió mensajes SMS, que fueron captados por los postes repetidores de las localidades asturianas de Soto de la Barca y Salas.

Este simple dato lleva a la conclusión recogida en un informe judicial sobre el tráfico de llamadas del comando del 11-M: "Resulta significativo que todas las llamadas recibidas durante la noche, tanto en Salas como en Soto de la Barca, sean SMS entrantes desde el número 656.000.311, el mismo número de tarjeta SIM y procedimiento de SMS entrante que funcionará las noches anteriores al 11 de marzo bajo las BTS [postes repetidores de telefonía móvil] de Morata de Tajuña o la de la carretera N-III, de Arganda del Rey".

El modus operandi lleva a los investigadores a aseverar: "Ello nos lleva a la sospecha de que durante esta noche [la del 28 al 29 de febrero] el grupo de terroristas realizara alguna prueba con el material que estaban robando, bien fuera con el explosivo o con los detonadores o con ambos".

Ensayo con cables

No obstante, el teléfono con el que supuestamente se hicieron las pruebas siguió funcionando en días anteriores, lo que conduce a una segunda conclusión. La policía asegura que aunque el móvil con el número citado "ya pudiera estar preparado para provocar explosiones mediante la activación del vibrador", dicho aparato "no fue utilizado con dicho fin o se realizó con un cableado de longitud suficiente como para que no afectara al equipo, actuación ésta última bastante probable". El mismo terminal fue utilizado luego con una tarjeta distinta.

El objetivo de dichas pruebas con los explosivos y los teléfonos móviles era evitar "correr riesgos en el camino de vuelta, cargados con el explosivo, si luego el material recogido no sirviera para los fines previstos".

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Lo que si está claro es que los terroristas estuvieron en la zona de Mina Conchita entre las 00.10 y las 06.16 del 29 de febrero. Los investigadores han comprobado que entre la primera hora citada y las 01.54, el terrorista Jamal Ahmidan, el Chino, hizo o envió tres llamadas con su teléfono móvil habitual desde esa zona. Luego lo apagó y no lo volvió a encender hasta las 06.16 horas en Soto de la Barca.

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