Desalojadas 23 personas en Tortosa por el derrumbe de una casa en Nochebuena

El Ayuntamiento de Tortosa instó ayer a 23 personas que viven en la casa del número 7 de la calle de Sant Felip Neri a abandonar sus viviendas por el peligro que puede representar el inminente derrumbe de la casa del número 9, que se desplomó en parte, sin causar heridos, la pasada Nochebuena. El consistorio aprobó ayer un decreto que obliga a los propietarios del número 9 a derrumbar lo que queda del inmueble en 30 días. Si los propietarios incumplen el decreto, el derribo lo llevará a cabo la Administración municipal.

Después de que los técnicos municipales constataran el pésimo estad...

El Ayuntamiento de Tortosa instó ayer a 23 personas que viven en la casa del número 7 de la calle de Sant Felip Neri a abandonar sus viviendas por el peligro que puede representar el inminente derrumbe de la casa del número 9, que se desplomó en parte, sin causar heridos, la pasada Nochebuena. El consistorio aprobó ayer un decreto que obliga a los propietarios del número 9 a derrumbar lo que queda del inmueble en 30 días. Si los propietarios incumplen el decreto, el derribo lo llevará a cabo la Administración municipal.

Después de que los técnicos municipales constataran el pésimo estado de las viviendas adyacentes a la que se desplomó el 25 de diciembre, el paso siguiente del Ayuntamiento ha sido ordenar su desalojo. En el número 11 no vivía nadie, pero las 23 personas del número 7 deben buscarse otro techo por el momento y tal vez, en función de cómo afecte a la estructura el derribo del número 9, de forma definitiva. Se trata de dos familias de magrebíes y de varios inmigrantes extracomunitarios. Vivían en pisos viejos, en una de las zonas más degradadas del casco antiguo de Tortosa.

El lamentable estado de estos inmuebles de la calle de Sant Felip Neri quedó de manifiesto la madrugada del pasado día 26 de diciembre, cuando los inquilinos del número 9 oyeron crujir varias veces la estructura del edificio, lo que les alertó y fue la causa de que abandonaran la casa momentos antes de que se desplomara parcialmente. Fuentes municipales atribuyeron el incidente a la antigüedad de las viviendas y a las temperaturas bajo cero que registró Tortosa aquella semana, que pudieron haber afectado a los materiales.

El Ayuntamiento ha ordenado a los propietarios de este inmueble que lo derriben, y a los dueños del número 11, que hagan lo propio con el suyo. Ambos edificios se encuentran en estado de ruina desde el pasado día 26 y, según el consistorio, presentan un riesgo elevado para la seguridad de la vía pública, que podría agravarse en caso de lluvia o fuertes vientos.

Plan de barrios

Estas viviendas forman parte de un plan municipal para derribar varios edificios y construir pisos de protección oficial o servicios públicos. El Ayuntamiento ya es el propietario casi al completo del número 5 de la misma calle y el alcalde, el socialista Joan Sabaté, ha manifestado públicamente su intención de adquirir otras viviendas contiguas para derruirlas y construir en los solares.

El casco antiguo de Tortosa ha sido una de las zonas subvencionadas por la Generalitat a través de la denominada Ley de Barrios. Tortosa se ha llevado 9,4 millones de euros, la máxima subvención otorgada desde que entró en vigor esta ley. Uno de los principales argumentos del Ayuntamiento para solicitarla fue el mal estado de las viviendas; a la vez, la Administración local presentó un proyecto global de reforma del casco antiguo con el que espera revitalizarlo.

Ayer, tras comprobar que el número 7 de la calle de Sant Felip Neri presenta fisuras, grietas y daños en las vigas de la segunda planta, todo ello probablemente como consecuencia del derrumbe del 25 de diciembre, el Ayuntamiento puso a disposición de los desalojados su departamento de Servicios Sociales. La mayoría de los evacuados, según fuentes municipales, han podido alojarse en casas de familiares o amigos, y durante el día de hoy podrán recoger sus pertenencias.