Dos quinceañeros, autores del tirón que mató a una mujer en Leganés

Los atracadores que el pasado viernes por la noche robaron el bolso en Leganés a Micaela Cepeda Díaz, de 67 años, que momentos después falleció por un paro cardiaco, eran quinceañeros. Así lo afirman varios testigos del atraco, que ocurrió pasadas las nueve de la noche a la salida del metro de San Nicasio, en las confluencias de las calles del Río Nervión y Río Eresma.

Manuel Ortiz, uno de los testigos, asegura que "un chaval de unos 14 años, bajito y con el pelo rizado" fue el que pegó el tirón a la víctima. Otros testigos mantuvieron que el menor iba acompañado de otro chico y que, de...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los atracadores que el pasado viernes por la noche robaron el bolso en Leganés a Micaela Cepeda Díaz, de 67 años, que momentos después falleció por un paro cardiaco, eran quinceañeros. Así lo afirman varios testigos del atraco, que ocurrió pasadas las nueve de la noche a la salida del metro de San Nicasio, en las confluencias de las calles del Río Nervión y Río Eresma.

Manuel Ortiz, uno de los testigos, asegura que "un chaval de unos 14 años, bajito y con el pelo rizado" fue el que pegó el tirón a la víctima. Otros testigos mantuvieron que el menor iba acompañado de otro chico y que, después del robo, cada uno salió corriendo hacia un lado. Ambos "parecían adolescentes de origen magrebí".

"¡Al ladrón, al ladrón!", gritó Micaela Cepeda al darse cuenta de que le habían robado. El chico que llevaba el bolso salió a la carrera en dirección hacia el centro de Leganés. Mientras corría, varios vecinos le intentaron agarrar. Uno de ellos logró quitarle el bolso, pero el pequeño delincuente se zafó y salió disparado. Desapareció en la oscuridad. "Pasó como un rayo. Corría como alguien que corre los 50 metros lisos", explicó Ortiz.

Mientras, otros paseantes cuidaban de Micaela. "¡Mujer, no se preocupe, que ya tenemos su bolso!", gritó Luis Molina, el vecino que había recuperado el objeto. Pero a Micaela le faltaba el aire, le costaba respirar "y estaba muy emocionada", explicaron los testigos. "Era incapaz de articular palabra. Entre un chico y yo la sujetamos por los hombros, pero a los pocos minutos se le fueron las piernas. Se nos fue. La perdimos", explicó Ortiz.

Espuma por la boca

La mujer empezó a sangrar y echar espuma por la boca, según los testigos. Entre varios de los presentes la tumbaron en el suelo e intentaron reanimarla. "Luis la sujetaba del cuello, yo de la boca y otro vecino intentó hacerle un masaje de reanimación", explicó Ortiz. Pero fue inútil. "Hacía mucho frío. Yo le puse el reloj en la boca para ver si se empañaba, pero nada. Tenía las pupilas dilatadas", contó Ortiz.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La UVI móvil del Summa que se desplazó para asistir a la víctima se la encontró ya en parada cardiorrespiratoria y tras una media hora de maniobras de reanimación ésta falleció, según un portavoz de Emergencias 112.

El atracador o atracadores que participaron en el robo aún no han sido detenidos, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía.

Cuando ocurrieron los hechos, Micaela volvía, como cada tarde, de visitar a su marido, Ventura Bizarro, convaleciente de una operación en el hospital Severo Ochoa de Leganés. La víctima, natural de Burguillo del Cerro (Badajoz) y con cuatro hijos, estaba jubilada de su puesto como ordenanza en el Ayuntamiento de Leganés. Tras ser velada el pasado sábado en el tanatorio de Leganés, por la tarde fue enterrada en este municipio.

Archivado En