Francia propone un contrato para parados financiado con fondos públicos

En su intento de reducir el desempleo sin tocar las rígidas reglas laborales francesas, el Gobierno de Dominique de Villepin ha propuesto un nuevo tipo de contrato, llamado de transición profesional, destinado a los trabajadores que acaben de perder su empleo para que se reintegren rápidamente al mundo del trabajo y no entren en la dinámica del paro. El trabajador se beneficiará de un año de formación en una empresa, pública o privada, y recibirá un salario casi igual al que percibía en su antiguo puesto. El coste correrá a cargo del seguro de desempleo y de la empresa, explicó ayer el ministr...

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En su intento de reducir el desempleo sin tocar las rígidas reglas laborales francesas, el Gobierno de Dominique de Villepin ha propuesto un nuevo tipo de contrato, llamado de transición profesional, destinado a los trabajadores que acaben de perder su empleo para que se reintegren rápidamente al mundo del trabajo y no entren en la dinámica del paro. El trabajador se beneficiará de un año de formación en una empresa, pública o privada, y recibirá un salario casi igual al que percibía en su antiguo puesto. El coste correrá a cargo del seguro de desempleo y de la empresa, explicó ayer el ministro de Cohesión Social, Jean-Louis Borloo.

El contrato de transición es una de las herramientas en las que confía el Gobierno para luchar contra el paro. Según explicó el ministro, el Estado creará una "estructura pública a determinar" que se encargará de que el trabajador se beneficie de esa formación. Por el momento, se experimentará en seis zonas de empleo de las 370 en que está dividida Francia.

El ministro delegado de Empleo, Gérard Larcher, prometió ayer que antes de finales de 2006 las listas de parados se reducirán en 300.000 personas. En octubre el paro se redujo al 9,7% (cuando Villepin formó Gobierno era un 10%). Los sindicatos y la oposición de izquierdas aseguran que esta reducción es artificial, ya que se trata de empleos públicos creados artificialmente por el Estado.

Rechazo patronal y sindical

Medef, la patronal francesa, calificó ayer de "muy peligrosa" la última idea gubernamental "de un contrato en el que la persona no está ni en el paro ni en formación, sino empleada por una organización pública que aún no existe" y aseguró que sólo creará "una nueva capa de burocracia". Laurence Parisot, la nueva presidenta de Medef, cree que lo que Francia necesita es "adelgazar para poder ser más fuerte donde es necesario, en educación, investigación y en la universidad".

Los sindicatos también han recibido con prevención la noticia de este nuevo modelo de contrato, especialmente porque parte de su financiación debe salir de la Unedic, la agencia de empleo, que acabará este año con un monumental déficit de 13.600 millones de euros. Unedic está gestionada por las tres patronales y las cinco centrales sindicales.

Varios líderes sindicales criticaron el modelo de financiación. Jean Claude Quintin, de Fuerza Obrera, considera inaceptable que el Gobierno "use con total libertad los fondos del seguro de desempleo que no dependen de él". Ayer noche el Gobierno estaba reunido con la patronal y los sindicatos para buscar una solución a este déficit, pero Villepin ya avisó de que la solución "no puede traducirse en una transferencia de los gastos al Estado".

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