Crítica:TEATRO

Retratadas por hombres

Con Otras mujeres, espectáculo de monólogos femeninos, Antonia San Juan giró por España durante cinco años, y saltó el Atlántico. Las que faltaban viene a ser su continuación natural. Sus protagonistas, mujeres extremas, desquiciantes, cuentan su peripecia en primera persona a lo largo de 11 soliloquios cómicos, interpretados todos por la San Juan, que ya es una diva: su nombre se proyecta en letras enormes sobre el telón de boca.

Las que faltaban comienza con un texto sobre el paso del tiempo y el afán de inmortalidad, extraído de Amami Alfredo! ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Con Otras mujeres, espectáculo de monólogos femeninos, Antonia San Juan giró por España durante cinco años, y saltó el Atlántico. Las que faltaban viene a ser su continuación natural. Sus protagonistas, mujeres extremas, desquiciantes, cuentan su peripecia en primera persona a lo largo de 11 soliloquios cómicos, interpretados todos por la San Juan, que ya es una diva: su nombre se proyecta en letras enormes sobre el telón de boca.

Las que faltaban comienza con un texto sobre el paso del tiempo y el afán de inmortalidad, extraído de Amami Alfredo! (polvo de estrellas), de Terenci Moix, que tenía esta novela por una de las mejores de entre las suyas. Medora, su protagonista, una cantante de ópera que se siente por encima del bien y del mal, aparece entre humo, iluminada en rojo, como una diablesa. Es el monólogo que tiene más vuelo, y ella le pone intención. En la función previa al estreno, la actriz lo cortó para espetarle al público, un tanto ruidoso: "Meteos la bolsa en el c... Si seguís tocándola, corto el espectáculo. Empezamos de nuevo". Y recomenzó. Se refería a unos paquetes con camisetas promocionales que el teatro repartió entre los espectadores. Muchos rieron y aplaudieron la espontaneidad de esta intervención.

Las que faltaban

De Terenci Moix, Quim Monzó, Rafael Mendizábal, Enrique Gallego, Félix Sabroso, Luis Miguel Seguí y Antonia San Juan. Interpretación y dirección: Antonia San Juan. Iluminación: Luis del Valle. Vestuario: Roberto más Raquel. Música: Willy Sánchez de Cos. Teatro Alfil. Madrid, hasta el 15 enero.

El monólogo de la presentadora de televisión que canta las noticias baja el listón. La actriz, que tiene muchas tablas, lo sostiene con pausas, miradas y actitudes cómplices. Entre los textos mejor orientados y acabados figura el de Quim Monzó sobre una mujer sumisa hasta el extremo.

Antonia San Juan resuelve los cambios de personaje con sencillez. Le basta un ligero cambio de ropa, de pelo o de peinado, y una actitud clara, visible antes de pronunciar la primera frase. Su paleta va desde la niña de familia requetebién hasta la mujer analfabeta golpeada por su marido, pasando por la tonta del bote: en un monólogo de Félix Sabroso luce una vena humorística a lo Lina Morgan.

En el espectáculo se impone, sobre todo, el trabajo de la actriz, entero y camaleónico. San Juan utiliza amplificación: este recurso, que se está poniendo de moda, distancia algo los espectáculos. El sonido natural es más agradecido. Los textos son de diferentes calidades, y la mayoría, de autores varones: además de los citados, Rafael Mendizábal, Luis Miguel Seguí, Enrique Gallego y la propia actriz.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En