La niebla causa graves retrasos y cancelaciones en Barajas por segundo día consecutivo

Algunos vuelos de la mañana acumularon hasta cinco horas de demora

El aeropuerto de Barajas volvió a sufrir ayer por segundo día consecutivo graves problemas como consecuencia de la densa niebla que durante más de 13 horas se posó sobre las pistas. La torre de control del aeródromo se vio obligada a imponer restricciones en los aterrizajes durante toda la mañana, lo que motivó que dos aviones fueran desviados a otros aeropuertos. También se redujo el número de aterrizajes y eso ralentizó todas las operaciones del aeropuerto. La consecuencia fue que no hubiera aeronaves para sacar los vuelos programados durante toda la jornada.

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El aeropuerto de Barajas volvió a sufrir ayer por segundo día consecutivo graves problemas como consecuencia de la densa niebla que durante más de 13 horas se posó sobre las pistas. La torre de control del aeródromo se vio obligada a imponer restricciones en los aterrizajes durante toda la mañana, lo que motivó que dos aviones fueran desviados a otros aeropuertos. También se redujo el número de aterrizajes y eso ralentizó todas las operaciones del aeropuerto. La consecuencia fue que no hubiera aeronaves para sacar los vuelos programados durante toda la jornada.

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El aeropuerto de Barajas tenía programados ayer 1.212 vuelos. Los problemas comenzaron ya a las 0.30, cuando una densa niebla se asentó en las pistas del aeródromo. A esa hora, la torre de control de Barajas impuso restricciones en la circulación. En lugar de aterrizar 39 aeronaves a la hora, el límite se fijó en 15, según fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). De madrugada, la incidencia no fue muy alta, ya que a esas horas sólo entran y salen de Barajas cargueros y aviones de transporte de paquetería.

A partir de las siete de la mañana, los problemas se hicieron más graves. Fue a esa hora cuando comenzaron las retenciones que impuso la torre de control y cuando debía comenzar la mayor circulación de aeronaves. Los aviones que tenían como destino Madrid no podían despegar de sus aeropuertos de salida ante el riesgo de que no pudieran tomar tierra.

Y entonces surgieron los problemas por la denominada rotación de los aviones. Si las aeronaves no llegaban a Barajas, tampoco podían recoger pasajeros y llevarlos a sus destinos. La niebla era tan densa en el aeropuerto que difícilmente se podían ver los aviones aparcados en las pistas desde la terminal.

Dos aviones de la compañía Spanair fueron desviados. Uno de ellos procedía de Ibiza y tuvo que aterrizar en Valencia. Otro, procedente de Málaga, tuvo que regresar a la ciudad andaluza.

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Dos días y medio

Unos 250 pasajeros del vuelo NM 1222 han tardado dos días y medio en completar un vuelo Buenos Aires-Madrid. Tenían que llegar la mañana del miércoles a la capital procedentes de Argentina. Sin embargo, ayer aún se encontraban viajando, informa Glòria Ayuso.

Su avión se averió en Argentina y, tras pasar la noche en un hotel que costeó la compañía, subieron a otro avión que, sin autonomía suficiente, tuvo que hacer escala en San Juan de Bahía (Brasil) para repostar. Ya en tierras españolas, la niebla de Madrid obligó al avión a aterrizar en Barcelona. La ruta entre ambas ciudades sufría retrasos de 90 minutos, a la vez que se cancelaron hasta seis vuelos del puente aéreo.

Los pasajeros tardaron unas horas más en poder continuar su camino, mientras que Enric València y su mujer reclamaron sus maletas para quedarse en Barcelona, que era su destino final. Lo mismo hizo Begoña Pereda, con intención de coger un avión hacia Bilbao. "Nos dijeron que si no las queríamos perder, las teníamos que seguir hasta Madrid y volver con ellas", declaró. Esta recomendación acabó con la paciencia de los viajeros, que presentaron un gran número de reclamaciones y se fueron a sus casas sin que la compañía se hiciera responsable de su equipaje.

Algunos vuelos llegaron a acumular hasta cinco horas de retraso como consecuencia de la niebla. Por término medio, la demora fue de unas tres horas, según fuentes de AENA. Las compañías aéreas habían suspendido hasta el mediodía 36 salidas a diferentes destinos. Las más afectadas fueron Iberia, Spanair y la aerolínea de vuelos regionales Air Nostrum.

Las peores previsiones de meteorología no se cumplieron, pues se había dicho que la niebla duraría hasta las ocho de la noche. Eso hubiera complicado aún más la rotación de los aviones. Fuentes de AENA informaron de que la niebla se despejó completamente sobre las 13.30, lo que permitió que el aeropuerto operara a plena capacidad (39 aterrizajes por hora) una media hora más tarde.

De nuevo, el puente aéreo entre Madrid y Barcelona fue uno de los trayectos que peor parte se llevó. Miles de pasajeros sufrieron retrasos generalizados y sus vuelos tardaron hasta dos y tres horas en salir. "El problema que ha tenido Barajas es que aún no se había recuperado de los problemas de ayer [por el miércoles], cuando le ha venido otra vez la niebla y los retrasos generalizados", señalaron fuentes del sector aeronáutico.

Los mostradores de información y de reclamaciones registraron grandes colas, durante toda la mañana, de pasajeros que querían protestar por las demoras sufridas. Según Efe, un pasajero alemán propinó un puñetazo a un español, aunque el incidente no pasó a mayores, según fuentes aeroportuarias.

Las previsiones de meteorología para hoy es que se repitan las nieblas matinales, lo que podría causar grandes problemas en el aeropuerto. Los accesos al aeropuerto por la autovía de Barcelona (A-2) y la M-40 tuvieron también problemas a primera hora de la mañana. Hubo cinco kilómetros de retenciones a la altura de Torrejón de Ardoz y otros cuatro en la avenida de América.

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