Las empresas hacen 'las Europas'
Las compañías españolas cambian América Latina por el Viejo Continente como destino preferente debido al euro, el marco regulador de la UE, y la estabilidad política y económica
Comprar una camiseta de Zara en Estocolmo. Aterrizar en el aeropuerto de Belfast, que opera Ferrovial. Viajar en el metro de Roma en vagones fabricados por CAF. Llamar con un móvil de Telefónica en Londres. Operarse la nariz en un centro de Corporación Dermoestética en Lisboa. Son sólo algunos ejemplos de los productos y servicios que ofrecen las empresas españolas por toda Europa.
El Viejo Continente ha tomado el relevo a América Latina como destino preferente de la expansión y diversificación de las empresas españolas. El último ejemplo ha sido la compra del operador británico 02 por ...
Comprar una camiseta de Zara en Estocolmo. Aterrizar en el aeropuerto de Belfast, que opera Ferrovial. Viajar en el metro de Roma en vagones fabricados por CAF. Llamar con un móvil de Telefónica en Londres. Operarse la nariz en un centro de Corporación Dermoestética en Lisboa. Son sólo algunos ejemplos de los productos y servicios que ofrecen las empresas españolas por toda Europa.
El Viejo Continente ha tomado el relevo a América Latina como destino preferente de la expansión y diversificación de las empresas españolas. El último ejemplo ha sido la compra del operador británico 02 por parte de Telefónica, que pagará 26.000 millones de euros, en la mayor operación española realizada en el exterior. Antes fue el Santander, que compró Abbey, y también se ha cerrado la adquisición en Francia de dos de sus mayores grupos inmobiliarios por las españolas Metrovacesa y Colonial. Una de las causas de esta fiebre europea ha sido la entrada en vigor del euro y del nuevo marco jurídico y mercantil de la UE.
El desembarco también está favorecido por la estabilidad política y económica de Europa, y la desregulación y privatización de empresas y sectores públicos, aunque casos como el de la OPA fallida del BBVA a la italiana BNL demuestran que aún quedan reductos de proteccionismo en Europa.