OPINIÓN DEL LECTOR

Feliz Navidad

Pues sí, aunque parezca un poco pronto, quiero desear feliz Navidad a todas aquellas personas, desde el más humilde funcionario hasta el más prestigioso forense, que se encargan de elaborar los informes y realizar las pruebas patológicas en las autopsias tramitadas en el Juzgado número 48 de Plaza de Castilla, en Madrid. Y ¿saben ustedes el porqué de mi felicitación? Pues por la rapidez y eficacia que están demostrando en el cumplimiento de su trabajo con relación a la autopsia de mi marido.

Tuve la desgracia de perderlo el 3 de agosto en una carretera secundaria, practica...

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Pues sí, aunque parezca un poco pronto, quiero desear feliz Navidad a todas aquellas personas, desde el más humilde funcionario hasta el más prestigioso forense, que se encargan de elaborar los informes y realizar las pruebas patológicas en las autopsias tramitadas en el Juzgado número 48 de Plaza de Castilla, en Madrid. Y ¿saben ustedes el porqué de mi felicitación? Pues por la rapidez y eficacia que están demostrando en el cumplimiento de su trabajo con relación a la autopsia de mi marido.

Tuve la desgracia de perderlo el 3 de agosto en una carretera secundaria, practicando su deporte favorito: ciclismo. La rapidez que se dieron en llevarlo al 12 de Octubre para la donación de órganos, ya que la muerte, parece ser, fue natural y fulminante, me hizo pensar que todo lo demás sería igual de rápido. No fue así.

En el Instituto Anatómico Forense me dijeron que tardarían mes y medio en tenerla y me dieron un número de teléfono del juzgado número 48 para llamar. A la tercera vez que llamé, y ya "hartos de mí", me dijeron que estaba pendiente de unos análisis del Laboratorio Patológico, que no llamara más, porque había "atasco", y que tardaría, más o menos, seis meses.

No pudiendo soportar más la espera, llamé al cumplirse los tres meses del fallecimiento. Me atendió otra persona que me dijo que ya estaba y que podía ir a recogerla. Y cuál fue mi sorpresa cuando, al llegar al juzgado, después de un fin de semana horrible, de pedir un permiso en el trabajo, de recorrer 20 kilómetros (vivo en San Fernando de Henares), me dijo, imperturbable, que seguía estando pendiente del laboratorio y que volviera otro día.

Señoras y señores responsables de esta situación: no se dejen influenciar por esta carta; que nada de lo que yo les diga les amargue sus fiestas navideñas; no se sientan responsables de este atasco, que lo arregle Tráfico, que para eso está; que les engañen en el sueldo pero en el trabajo, no; no se les atraganten las uvas pensando en el dolor de familias como la mía, que después de tantos meses, no sabemos por qué nuestro ser querido no se sienta a la mesa en Nochebuena o en la comida de Navidad.

Por cierto, atasco es lo que paso yo para ir a trabajar. Los muertos no deben atascarse. Los muertos deben, cuanto antes, descansar en paz. Lo dicho, ¡feliz Navidad.

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