Los escombros de la obra del metro se vierten en el parque del Sureste

Medio Ambiente dice que se están rellenando graveras en desuso

Los escombros -tierras, fundamentalmente- que se extraen en las obras de ampliación del metro al distrito de Villaverde están siendo vertidos en el Parque Regional del Sureste, una zona donde están prohibidos. La denuncia parte de IU, que considera que el parque se ha convertido en un "vertedero".

La Consejería de Medio Ambiente, máxima responsable de esta zona natural, admite que se están produciendo los vertidos, pero replica que estas actuaciones "forman parte de un plan para recuperar una gravera". "Una vez que sea rellenada con los escombros, será sellada y se plantará encima", exp...

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Los escombros -tierras, fundamentalmente- que se extraen en las obras de ampliación del metro al distrito de Villaverde están siendo vertidos en el Parque Regional del Sureste, una zona donde están prohibidos. La denuncia parte de IU, que considera que el parque se ha convertido en un "vertedero".

La Consejería de Medio Ambiente, máxima responsable de esta zona natural, admite que se están produciendo los vertidos, pero replica que estas actuaciones "forman parte de un plan para recuperar una gravera". "Una vez que sea rellenada con los escombros, será sellada y se plantará encima", explicaron fuentes de la consejería.

Los usos dentro del Parque Regional del Sureste están incluidos dentro del Plan Rector de Uso y Gestión. En ningún caso, este plan, ni tampoco la normativa anterior, permite los vertidos dentro de esta zona natural que se extiende por los municipios de Getafe, Pinto, San Martín de la Vega, Valdemoro, Ciempozuelos, Titulcia, Arganda, Velilla y Mejorada del Campo.

Cada día, los camiones de la empresa que construye el metro tiran los residuos en una gravera que hay en el parque, en el término municipal de Ciempozuelos. A partir de las seis de la tarde, el trasiego de camiones cargados con escombros es continuo. "Aquí vienen a traer el barro de las obras", confirma uno de los encargados de vigilar la gravera.

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