Una dura negociadora
Carmen Becerril Martínez, directora general de Política Energética y Minas en la última etapa del Gobierno del Partido Popular (PP), recién fichada por el grupo de servicios Acciona, es una negociadora dura, rigurosa en su labor, que dejó en el sector energético un buen recuerdo. Donostiarra de 43 años, es licenciada en Derecho y miembro del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Con una larga trayectoria en la Administración, su labor más destacada la realizó a partir del año 1996, con el apoyo del que fuera secretario de Estado de la Energía, Nemesio Fernández Cuesta, como re...
Carmen Becerril Martínez, directora general de Política Energética y Minas en la última etapa del Gobierno del Partido Popular (PP), recién fichada por el grupo de servicios Acciona, es una negociadora dura, rigurosa en su labor, que dejó en el sector energético un buen recuerdo. Donostiarra de 43 años, es licenciada en Derecho y miembro del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Con una larga trayectoria en la Administración, su labor más destacada la realizó a partir del año 1996, con el apoyo del que fuera secretario de Estado de la Energía, Nemesio Fernández Cuesta, como responsable del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE) y como directora de Política Energética y Minas. En su haber, coinciden empresas y sindicatos, hay que anotar el gran impulso que proporcionó al desarrollo de las energías renovables y a la liberalización eléctrica.
Becerril demostró, cuando fue menester, que tiene carácter. Su fama de rigurosidad y de dureza la demostró en sus críticas públicas a las empresas petroleras y eléctricas cuando la presión sobre el Gobierno era la norma. De gran atractivo físico y estilo, quienes compartieron con ella horas de negociación la describen como una persona aparentemente fría que gana en la corta distancia e impresiona con la claridad de sus planteamientos. Sobre las eléctricas, que hasta muy entrados los años noventa actuaban como los mosqueteros de Dumas (uno para todos y todos para uno), Becerril llegó a decir que "es su obligación que suban las tarifas y es la nuestra intentar contener la pretensión de las empresas".
Cada uno en su lugar y sin concesiones. Carmen Becerril es una persona muy celosa de su vida privada y de su tiempo de ocio, parte del cual dedica a la práctica del golf. Según datos públicos, su hándicap (la marca que da cuenta del nivel alcanzado en este deporte) es de 21.7, discreto según los entendidos, pero en ningún caso de principiante.
La incorporación al grupo Acciona, dado el perfil de Becerril, es toda una declaración de intenciones en un momento de agitación en el sector energético, conmocionado por la OPA de Gas Natural sobre Endesa y por la irrupción del Grupo ACS en Unión Fenosa. Becerril conoce bien la legislación y los vericuetos ministeriales, tiene experiencia empresarial (perteneció a los consejos de Red Eléctrica, CLH y Enresa) y sabe que la energía es un bien precioso que, bien administrado, es un buen negocio.