Cartas al director

Aclaraciones

En el artículo Si usted va a cumplir 65, publicado el pasado domingo en su periódico, se señala

como ejemplo de la discriminación a los mayores la posibilidad de acceso a los trasplantes. Se dice para ello, en boca de los geriatras del Hospital Clínico, que el de hígado se restringe a partir de los 60 años y se excluye totalmente desde los 65, y que lo mismo ocurre con el de pulmón.

La afirmación es errónea. Sólo en los últimos 18 meses se han trasplantado de hígado 147 enfermos de más de 65 años y 549 de más de 60, lo que da una idea de lo cotidiano de esta situación en n...

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En el artículo Si usted va a cumplir 65, publicado el pasado domingo en su periódico, se señala

como ejemplo de la discriminación a los mayores la posibilidad de acceso a los trasplantes. Se dice para ello, en boca de los geriatras del Hospital Clínico, que el de hígado se restringe a partir de los 60 años y se excluye totalmente desde los 65, y que lo mismo ocurre con el de pulmón.

La afirmación es errónea. Sólo en los últimos 18 meses se han trasplantado de hígado 147 enfermos de más de 65 años y 549 de más de 60, lo que da una idea de lo cotidiano de esta situación en nuestros hospitales. Si nos referimos al de pulmón, aunque las cifras son mucho menores para todos los segmentos de la población y la intervención es de muy alto riesgo en edades avanzadas, se han trasplantado en el mismo periodo 38 enfermos de más de 60 años y 5 de más de 65. Lo que se valora es siempre la edad biológica y las complicaciones asociadas a la enfermedad de base, lógicamente en aumento a medida que avanza la edad, como sin duda conocen los autores de las declaraciones.

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Sobre la argumentación de que los menores de 45 años ("los que más se benefician de las donaciones") sólo contribuyen a los donantes en un 20%, debo decir, en primer lugar, que es un dato igualmente erróneo (fue un 32,3% el pasado año) y, en segundo lugar, como todo el mundo sabe, hay que añadir que para donar los órganos es necesario que se haya producido el fallecimiento, situación que lógicamente también va en aumento con la edad.

Afirmar que se discrimina a los mayores en los trasplantes, en base a unos datos que podían haberse contrastado fácilmente por parte de quien los ha facilitado, supone un flaco favor a la causa que se dice defender y, desde luego, a la equidad que debe presidir y preside, de hecho, el sistema de trasplantes en España.

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