Gatti defiende la flexibilidad de los programas sinfónicos

El director actuó en Madrid y Jaén con la Comunale di Bolonia

Huye de las tendencias de su generación. Prefiere fijarse en los comportamientos del público que en los mandamientos de sus colegas. Daniele Gatti va un poco por libre y así lo ha demostrado en sus actuaciones de Madrid y Jaén con la Orquesta del Teatro Comunale de Bolonia donde ha ejecutado un programa ecléctico.

Entre la Primera sinfonía de Beethoven y la Quinta de Chaikovski cabe el mundo y se guarda una lejana relación. ¿Por qué Daniele Gatti, uno de los directores italianos más poderosos y admirados del momento, los junta en un programa como el interpretado anteayer e...

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Huye de las tendencias de su generación. Prefiere fijarse en los comportamientos del público que en los mandamientos de sus colegas. Daniele Gatti va un poco por libre y así lo ha demostrado en sus actuaciones de Madrid y Jaén con la Orquesta del Teatro Comunale de Bolonia donde ha ejecutado un programa ecléctico.

Entre la Primera sinfonía de Beethoven y la Quinta de Chaikovski cabe el mundo y se guarda una lejana relación. ¿Por qué Daniele Gatti, uno de los directores italianos más poderosos y admirados del momento, los junta en un programa como el interpretado anteayer en Madrid y ayer en Jaén? Sencillo: no comulga con ese cuidado a veces obsesivo que los de su quinta guardan cuando diseñan lo que tocan. "Los programas no deben ser por fuerza un discurso cultural, otra cosa es que deban tender a un clímax en lo que ofrecen. Una orquesta en gira debe mostrar flexibilidad porque así se comporta hoy el público", asegura el músico.

Y es que Gatti cree que la gente que va hoy a los auditorios no busca siempre coherencia y rigor en las propuestas. Prefieren más bien picar un poco de todo y hacer una especie de zapping musical. "Cuando uno está en casa escucha un movimiento de Chaikovski, un concierto de piano de Mozart y el primer acto de Aida, ¿por qué no?", afirma él, desafiando una de las tendencias más implantadas en los últimos años. Si se le plantea que puede despistar, él responde con una sonrisa un tanto altiva y distante que no lo cree y añade: "Además, de las orquestas italianas se espera siempre el mismo repertorio y lo que nosotros tratamos de demostrar es que podemos tocar de todo, huimos de la especialización, la música debe tener siempre vocación internacional".

De todo y en todas partes, porque la Orquesta del Teatro Comunale de Bolonia es una de las más presentes en toda Europa por el ritmo desenfrenado a la que les somete Gatti, que es de los directores exigentes e hiperactivos, el único italiano que estará presente en la reapertura de la Staatsoper de Viena el próximo sábado. A su temporada de ópera, unen giras y una oferta sinfónica que él considera fundamental para crecer. "En muchos de los títulos que hacemos en el teatro, la orquesta es mera acompañante, no luce, sin embargo en un repertorio sinfónico hay que llevar a cabo un trabajo meticuloso, es un pozo del que sacar agua constantemente", dice.

El director italiano Daniele Gatti.
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