La progresía
Tradicionalmente, en política, los "progres" eran de izquierda o, al menos, eso es lo que hasta ahora nos habían dicho. O por lo menos es lo que nos habíamos creído la mayoría.
Hoy, después de más de 25 años de democracia en España, lo progre es estar al lado de la Constitución, cómo no podía ser menos.
Ya habíamos desterrado todas las leyes del pasado y creíamos estar a salvo de las del "Movimiento". Pero, ¡ojo!, que no.
Efectivamente, aquellos herederos de Pablo Iglesias, estos que gobiernan en el Estado y algunas comunidades, parecen dispuestos a enterrar sus principios...
Tradicionalmente, en política, los "progres" eran de izquierda o, al menos, eso es lo que hasta ahora nos habían dicho. O por lo menos es lo que nos habíamos creído la mayoría.
Hoy, después de más de 25 años de democracia en España, lo progre es estar al lado de la Constitución, cómo no podía ser menos.
Ya habíamos desterrado todas las leyes del pasado y creíamos estar a salvo de las del "Movimiento". Pero, ¡ojo!, que no.
Efectivamente, aquellos herederos de Pablo Iglesias, estos que gobiernan en el Estado y algunas comunidades, parecen dispuestos a enterrar sus principios y su historia si con ello imponen su santa voluntad. Y, desde luego, más si el personal es aquél que les canta las verdades del barquero, ponen en un brete su supuesta progresía y se atreven a desafiar su también supuesto buen gobierno.
Viene todo esto a cuento de que la Consejería de Educación de la Junta, gobernada por los socialistas, ha desenterrado una ley de ¡1964! para obligar a sus 20.000 interinos a pedir permiso por escrito para vivir en sus casas.
Ahora hay que pedir permiso para que te dejen vivir donde te dé la gana, y todo porque una ley preconstitucional "les ampara". Que más da que la Constitución en su artículo 19 consagre el derecho a elegir tu lugar de residencia. Lo importante es seguir exprimiendo y amenazando a aquellos que son una realidad palpable de su nefasta gestión educativa.
Por si acaso, no voy a salir mucho a la calle, vaya a ser que les dé también por desempolvar la ley de vagos y maleantes.