Reportaje:ESTRENO | 'Una historia de violencia'

David Cronenberg sostiene que "la violencia está en nuestro código genético"

Viggo Mortensen, Ed Harris, William Hurt y Maria Bello interpretan su última película

El director canadiense David Cronenberg (Toronto, 1943) cerró el lunes con brillantez el Festival de Cine de Sitges con Una historia de violencia, un filme donde indaga en el lado oscuro y extremo del ser humano. Cronenberg, que acudió al certamen -que lo premió en 2002 con la distinción honorífica La Máquina del Tiempo- acompañado del actor Viggo Mortensen, aseguró antes de la proyección que, "desgraciadamente", la violencia "no es una enfermedad, sino que forma parte del ser humano". "Está en nuestro código genético", zanjó este cineasta reflexivo y de culto, autor de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El director canadiense David Cronenberg (Toronto, 1943) cerró el lunes con brillantez el Festival de Cine de Sitges con Una historia de violencia, un filme donde indaga en el lado oscuro y extremo del ser humano. Cronenberg, que acudió al certamen -que lo premió en 2002 con la distinción honorífica La Máquina del Tiempo- acompañado del actor Viggo Mortensen, aseguró antes de la proyección que, "desgraciadamente", la violencia "no es una enfermedad, sino que forma parte del ser humano". "Está en nuestro código genético", zanjó este cineasta reflexivo y de culto, autor de Videodrome, La mosca y Crash.

Inspirada libremente en el cómic de John Wagner y Vince Locke, Una historia de violencia -que, además de Mortensen, interpretan Ed Harris, William Hurt y Maria Bello- narra la desintegración de Tom Stall, el pacífico dueño de una casa de comidas que vive el sueño americano, feliz con su esposa y sus dos hijos en un tranquilo pueblo de Indiana, después de frustrar heroicamente un robo en su establecimiento. Esta acción convierte al personaje que encarna Mortensen en un héroe local entronizado por los medios de comunicación del país, y provoca que un misterioso desconocido (Ed Harris) regrese del pasado y amenace la hasta aquel momento plácida existencia de este modélico padre de familia. Cronenberg explicó que no ha querido "ni condenar, ni justificar" la violencia consustancial, a su juicio, a la condición humana, sino que simplemente ha pretendido "observarla".

"A Cronenberg le gusta la gente y le interesa estudiar su conducta", dice Viggo Mortensen
Más información

El director de Spider, su anterior cinta, que también presentó en Sitges -un festival en el que, por su temática, se siente especialmente cómodo-, comentó que, aunque Una historia de violencia, a primera vista, no mantiene una continuidad estilística y temática con sus filmes anteriores -"hay quien comenta que es poco Cronenberg"-, en realidad sí tiene muchos puntos en común con ellos. En concreto, el juego de la dualidad y de la ambivalencia -una de sus obsesiones-, al que el cineasta ha recurrido en Spider, Inseparables e incluso Scanners, y que aquí se manifiesta entre Tom Stall y su otro yo del pasado, Joey Cusack.

"Los personajes de estas películas siempre son seres esquizofrénicos, que crean una doble identidad, algo que me interesa particularmente", señaló.

Una historia de violencia mezcla, a juicio de David Cronenberg, características de distintos géneros cinematográficos clásicos. Funde western, thriller y road movie. Viggo Mortensen (Nueva York, 1958) piensa que justamente esta fusión de estilos para, en definitiva, subvertirlos que caracteriza la filmografía del director de Existenz, es uno de los rasgos más meritorios de la autoría de Cronenberg. Un cineasta con el que asegura compartir el gusto por "la observación" del comportamiento humano. "A Cronenberg le gusta la gente y le interesa estudiar su conducta, sus reacciones. Casi es mejor observador que director; lo suyo es provocar", afirmó Mortensen, quien elogia esta forma de actuar. Durante el rodaje, añadió este intérprete de largo recorrido -catapultado a la palestra gracias a su papel de Aragorn de El señor de los anillos y que pronto será el capitán Alatriste en el largometraje de Agustín Díaz Yanes-, "fue una pareja ideal". Y lo explicó: "Siempre que me planteo una interpretación me gusta hacerme preguntas sobre el personaje, documentarme, y, con toda esa información, acabo inventándomelo. Obviamente, este estudio psicológico le atrae mucho a Cronenberg. Por eso fue un verdadero gusto trabajar con él".

En cuanto a Tom Stall y su dualidad, señaló que en ningún momento ha abordado el personaje como si fueran "dos hombres, dos identidades diferentes". "Para mí es una única persona, que, como lo hacemos todos, reacciona de manera distinta de acuerdo con las circunstancias y de con quién esté tratando en cada momento. Cronenberg y yo estuvimos siempre de acuerdo acerca de eso", puntualizó.

Para acabar, sobre la elección de EE UU para localizar una historia de violencia, el actor neoyorquino comentó que la película "es demasiado complicada y compleja" para quedarse en una primera lectura. "Desde Europa es muy fácil lavarse las manos y decir: 'Mira qué violentos son los americanos'. Ese punto de vista, simplista, significa ignorar que la violencia está en todas partes, también en España. Está entre los seres humanos".

David Cronenberg (a la derecha) y Viggo Mortensen, el pasado lunes en Sitges.EFE
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En