Un septuagenario acuchilla a otro por una vieja rencilla en Vallecas

El agresor, oriundo del mismo pueblo que la víctima, se entrega en comisaría

El paseo matutino que Francisco Navarro Navarro, de 74 años y vecino de Vallecas, hacía todos los días para bajarse los niveles de azúcar terminó ayer de forma trágica. Un conocido suyo, José Plaza, de 73 años, supuestamente le asestó un navajazo en el abdomen en plena calle, en la confluencia de la avenida de la Albufera con la de Buenos Aires (Puente de Vallecas). El herido fue trasladado por una ambulancia del Samur al hospital Gregorio Marañón, donde quedó ingresado con pronóstico grave, informó una portavoz de Emergencias Madrid. En el centro hospitalario fue intervenido quirúrgicamente....

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El paseo matutino que Francisco Navarro Navarro, de 74 años y vecino de Vallecas, hacía todos los días para bajarse los niveles de azúcar terminó ayer de forma trágica. Un conocido suyo, José Plaza, de 73 años, supuestamente le asestó un navajazo en el abdomen en plena calle, en la confluencia de la avenida de la Albufera con la de Buenos Aires (Puente de Vallecas). El herido fue trasladado por una ambulancia del Samur al hospital Gregorio Marañón, donde quedó ingresado con pronóstico grave, informó una portavoz de Emergencias Madrid. En el centro hospitalario fue intervenido quirúrgicamente.

Los hechos ocurrieron sobre las diez de la mañana. El supuesto agresor se entregó poco después de la agresión en la comisaría de Moratalaz, donde confesó que había "pinchado con una navaja" a un "conocido".

Francisco Navarro, albañil jubilado, y José Plaza se conocen porque son originarios del mismo pueblo -Baena (Córdoba)- y porque son vecinos en el Puente de Vallecas. Hace un año tuvieron un "encontronazo", según explicaron los familiares de la víctima. Francisco iba paseando por la acera, "con sus zapatillas de deporte y su vara para espantar a los perros", cuando José se le acercó, desafiante, y le espetó: "Eh, tú, ¿por qué tienes que pasear por el mismo sitio que yo? Quita de ahí". Los dos hombres se agarraron en plena calle y tuvieron que ser separados por un vecino, que les reprochó su actitud. "¿No les da vergüenza, tan mayores?".

"Desde aquello no se habían vuelto a ver. Pero mi marido, de vez en cuando, me decía: '¿Qué habrá sido de El Plaza?", contó ayer Rosario, esposa del agredido.

"Ese hombre se la tendría guardada a mi padre desde entonces. Y en cuanto se han vuelto a encontrar, pues ha ido a por él", concluyó Manuel, uno de los tres hijos de la víctima.

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