"Soy un mártir", afirma en el juicio el talibán español

El fiscal reclama para el acusado nueve años por integración en organización terrorista

Hamed Abderrahaman Ahmed, Hmido, conocido como el talibán español y para el que el fiscal solicita nueve años de prisión por delito de integración en organización terrorista, afirmó ayer en el turno de última palabra del juicio celebrado contra él en la Audiencia Nacional que no pertenece a Al Qaeda. "Soy un mártir", dijo. "No puedo expresar los sufrimientos que pasé en Guantánamo. Han destrozado mi vida".

La segunda y última jornada del juicio contra el denominado talibán español estuvo marcada por el radical enfrentamiento argumental entre el fiscal Jesús Santos y Marcos García...

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Hamed Abderrahaman Ahmed, Hmido, conocido como el talibán español y para el que el fiscal solicita nueve años de prisión por delito de integración en organización terrorista, afirmó ayer en el turno de última palabra del juicio celebrado contra él en la Audiencia Nacional que no pertenece a Al Qaeda. "Soy un mártir", dijo. "No puedo expresar los sufrimientos que pasé en Guantánamo. Han destrozado mi vida".

La segunda y última jornada del juicio contra el denominado talibán español estuvo marcada por el radical enfrentamiento argumental entre el fiscal Jesús Santos y Marcos García Montes, defensor de Abderrahaman.

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Mientras el fiscal consideraba que las acusaciones contra Abderrahaman han sido probadas durante el juicio, el abogado afirmó que todas las pruebas son nulas porque fueron obtenidas en clara vulneración de los derechos de su cliente.

Santos afirmó que el propio acusado reconoció ante el juez Baltasar Garzón que había decidido ir desde su Ceuta natal a Afganistán con el fin de hacer la guerra santa con los talibanes. El viaje le fue financiado por la organización terrorista, recibió adiestramiento en el uso de armas y finalmente fue detenido en Pakistán, desde donde fue entregado a las autoridades de Estados Unidos, que le recluyeron en Guantánamo.

García Montes, por el contrario, aseguró que su cliente no había ido a la guerra, sino a profundizar sobre el Corán en una madrasa (escuela coránica). No obstante, insistió en que las conversaciones que Abderrahaman mantuvo con policías españoles en Guantánamo, en la que reconocía su actividad con los talibanes, son ilegales y no pueden utilizarse para condenar a su cliente, que se encontraba en una situación de tortura física y psicológica.

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El fiscal Santos, por el contrario, dijo que su petición no se basa en conversaciones de Guantánamo, sino en las propias autoinculpaciones de Abderrahaman ante el juez Garzón, donde reconoció los hechos recogidos en el auto de procesamiento. El fiscal elogió la reciente sentencia sobre Al Qaeda y dijo que esa organización terrorista pretende desestabilizar el orden mundial.

Hamed Abderrahaman, el talibán español, en la Audiencia Nacional.

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