El Espanyol, con la ley del mínimo esfuerzo

Dos goles de Fredson y Jofre en las postrimerías del partido permitieron al Espanyol pasar ronda y, consecuentemente, alcanzar la liguilla de la UEFA. Tan aletargado salió el equipo de Lotina al terreno de juego que, si no se hubo susto, fue únicamente porque el Teplice checo, aún sin tener nada que perder, se mostró extremadamente inofensivo. La grada, casi vacía, tampoco ayudó a calentar un partido que se antojaba vital para los intereses del Espanyol. Lotina no acierta a dar con la tecla y sus jugadores a ser un bloque.

Careció de mordiente el Espanyol. Pareció, incluso, que la cita ...

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Dos goles de Fredson y Jofre en las postrimerías del partido permitieron al Espanyol pasar ronda y, consecuentemente, alcanzar la liguilla de la UEFA. Tan aletargado salió el equipo de Lotina al terreno de juego que, si no se hubo susto, fue únicamente porque el Teplice checo, aún sin tener nada que perder, se mostró extremadamente inofensivo. La grada, casi vacía, tampoco ayudó a calentar un partido que se antojaba vital para los intereses del Espanyol. Lotina no acierta a dar con la tecla y sus jugadores a ser un bloque.

Careció de mordiente el Espanyol. Pareció, incluso, que la cita le quedaba grande y que se apoderaba de él la desidia. No sólo ofensiva, sino que jugó demasiado retrasado, con demasiado respeto y sin ejecutar apenas presión a la zaga rival. Sí basculó para cerrar los huecos, para evitar sorpresas. Pero no era raro ver a Iván De la Peña, que parece jugar siempre con algún grado más de mala leche que sus compañeros, exigirles compañía a la hora de incomodar al oponente con la simple presencia. Se desgañitó, a fin de cuentas, para nada. Y, dado que Costa movía el esférico con lentitud, que daba tiempo de recolocarse al cuadro rival, tampoco extrañaba observar a De la Peña retrocediendo su posición, dando pasos atrás en busca de una pelota que circulaba con lentitud, poco y mal. Quería Lo Pelat protagonismo, dinamismo y cambiar la dirección del partido, trabado y monótono. En ésas, no quedaba otra que esperar un pase definitivo de los suyos, de esos que dejan boquiabierta a la grada y, de paso, un gol en bandeja al ariete. Pero Luis García, cerrado por los dos pegajosos centrales, siempre ayudados por la sucesiva cobertura de uno de los dos mediocentros, luchó, además, contra la soledad. Lógico si se tiene en cuenta que De la Peña, el único asistente capaz de dañar al Teplice, merodeaba 20 metros por detrás. La única vez que pisó área, un taconazo suyo regaló a Fredson el primer tanto.

ESPANYOL 2 TEPLICO 0

Espanyol: Gorka; Zabaleta, Lopo, Jarque, Sá; Costa, Fredson; Juanfran (Moisés Hurtado, m.87), De la Peña (Jofre, m.91), Riera (Ito, m.68); y Luis García.

Teplice: Postulka; Kaufman (Karlin, m.81), Rada, Hunal, Krmas; Sabou, Benat, Jirsak (Dolezal, m.81), Verbir; Masek y Rulke (Varadi, m.73).

Goles: 1-0. M.79. Fredson remacha a puerta vacía un pase de tacón de De la Peña desde el interior del área tras un centro desde la izquierda de Sá. 2-0. M.93. Jofre regatea a Postulka y marca a puerta vacía tras una cesión de Luis García.

Árbitro: Selcuk Dereli (Turquía).

Estadio Olímpico de Montjuïc. Unos 12.000 espectadores. 1-1 en el partido de ida. El Espanyol se clasifica para la siguiente ronda.

El Espanyol no combinó con profundidad. Acostumbrado en las últimas fechas al 5-2-2-1, se le atragantó la vuelta al habitual 4-2-3-1. Quizá porque Riera y Juanfran, los extremos, no buscaban las diagonales interiores. Cosa que limitaba al Espanyol y que facilitaba el cerrojo checo. Sin movilidad, el conjunto blanquiazul no encontró espacios para apretar a un rival simplón y sin pegada.

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