En busca de un nuevo COE

El Comité Olímpico Español celebra mañana elecciones presidenciales con dos aspirantes que quieren reactivar este organismo con vistas a Pekín 2008

Pasó la ajustada derrota de Madrid 2012 en Singapur, se desmanteló prácticamente un proyecto cuya drástica hibernación resultará muy difícil de recuperar y ha llegado la hora de dar un paso en la propia casa. El Comité Olímpico Español (COE), que aplazó su renovación antes del verano para no entorpecer una carrera al final frustrada, celebra mañana las elecciones para elegir su nuevo presidente. El organismo, limitado siempre en sus funciones, muchas veces reducido a simple agencia de viajes de los deportistas a los Juegos, busca un reactivo con vistas ya a Pekín 2008. Las federaciones, las ol...

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Pasó la ajustada derrota de Madrid 2012 en Singapur, se desmanteló prácticamente un proyecto cuya drástica hibernación resultará muy difícil de recuperar y ha llegado la hora de dar un paso en la propia casa. El Comité Olímpico Español (COE), que aplazó su renovación antes del verano para no entorpecer una carrera al final frustrada, celebra mañana las elecciones para elegir su nuevo presidente. El organismo, limitado siempre en sus funciones, muchas veces reducido a simple agencia de viajes de los deportistas a los Juegos, busca un reactivo con vistas ya a Pekín 2008. Las federaciones, las olímpicas y las no olímpicas, siempre tendrán el principal referente en el Consejo Superior de Deportes, el que les da la subvención anual, pero el COE puede colaborar y hacer más que en el pasado. Superadas las tensiones y aún con un entramado representativo variopinto, al menos consiguió ya renovar su sistema de votos para dar un lógico mayor peso a las federaciones olímpicas.

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Alejandro Blanco, presidente de la Federación de Yudo, gran favorito tras ser elegido por ellas como líder, parecía ser el único candidato de consenso, pero a finales de julio se presentó Mercedes Coghen, que sumó los avales mínimos, seis, por 22 de su adversario. En 1992, Coghen fue campeona olímpica con el equipo español de hockey sobre hierba.

Salvo que ocurra una cascada de deserciones, Blanco puede conseguir fácilmente la mayoría de 102 votos sobre un censo de 202. Cuenta con 88 de salida, pues las federaciones olímpicas son las únicas que tienen cuatro cada una, como el presidente saliente, José María Echevarría. Le bastaría, pues, sacar 14 entre los restantes grupos de un solo voto: 30 federaciones no olímpicas, 27 miembros por elección (deportistas, ex directivos destacados...), 12 del Consejo de Honor (desde Juan Antonio Samaranch, que no votará, hasta miembros del COI o ex presidentes y ex secretarios del COE), 11 con puestos en federaciones internacionales y seis de instituciones.

Blanco, en la Confederación de Federaciones que gestó ante el inmovilismo del COE, ya ha demostrado su capacidad para lograr recursos y dinamizar las federaciones. Busca un nuevo COE y ha sorprendido su humildad pese a su poder. Coghen justifica presentarse sobre todo para evitar la candidatura única y sólo espera quitar votos a su rival de entre su mayoría de avales. Blanco dice que no aceptará ya ninguno de los otros.

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