La 'envenenadora de Melilla' actuó en pleno uso de sus facultades

El informe psiquiátrico descarta que sufriera trastornos psicóticos

El ex amante de la supuesta envenenadora de Melilla Cesáreo A. P. declaró ayer, en el juicio por asesinato contra Francisca Ballesteros, que en diciembre de 2003, un mes antes de que falleciese el marido de la acusada, ambos planearon casarse. Ella le había dicho, según declaró el testigo, que era viuda. Según el psiquiatra forense, Ballesteros no presenta ningún trastorno mental e incluso tiene un nivel intelectual elevado.

El juicio contra Francisca Ballesteros, de 36 años, por tres asesinatos consumados (el de su marido, Antonio, y su hija Sandra, de 15 años, en 2004, y 14 año...

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El ex amante de la supuesta envenenadora de Melilla Cesáreo A. P. declaró ayer, en el juicio por asesinato contra Francisca Ballesteros, que en diciembre de 2003, un mes antes de que falleciese el marido de la acusada, ambos planearon casarse. Ella le había dicho, según declaró el testigo, que era viuda. Según el psiquiatra forense, Ballesteros no presenta ningún trastorno mental e incluso tiene un nivel intelectual elevado.

El juicio contra Francisca Ballesteros, de 36 años, por tres asesinatos consumados (el de su marido, Antonio, y su hija Sandra, de 15 años, en 2004, y 14 años antes el de su bebé de cinco meses) y uno en grado de tentativa (el de su hijo, que tiene ahora 14 años) quedará hoy visto para sentencia. El fiscal solicita 79 años de prisión.

El autor del informe psiquiátrico testificó, por videoconferencia, que Francisca no padecía trastornos psicóticos y estaba "en pleno uso de sus facultades mentales y tenía autonomía total para dirigir su voluntad". Relató que la acusada le había confesado que envenenó a su esposo con un medicamento contra el alcoholismo porque era un "maltratador físico y, sobre todo, psicológico". Cuando se indagó sobre esos supuestos malos tratos, Francisca dio unos datos "muy confusos", lo que "no concordaba con su excelente memoria y su nivel intelectual elevado".

"Se descartan los trastornos psicóticos y de personalidad", si bien en este último aspecto podría tener "algún trastorno moderado, pero no suficiente como para anular sus capacidades volitivas".

También declaró por videoconferencia el ex amante de la acusada Cesáreo A. P., quien relató que conoció a Francisca en un chat de Internet en agosto de 2003 bajo el apodo de Fogosa y que en diciembre fue a verlo a Tenerife.

Allí, según Cesáreo, mantuvieron relaciones sexuales en un hotel y él le pidió matrimonio, ya que ella le había dicho que había perdido a su marido e hijos en un accidente. Pero en enero de 2004, en la época en que murió su marido, Francisca fue dándole "largas" y él cortó la relación.

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