A Beckham no le tose nadie

Sánchez, central del Espanyol, denuncia que fue agredido por el inglés por carraspear

Unas anginas descompusieron a David Beckham, paradigma de la buena imagen. "Me dio un bofetón en el túnel de vestuarios", asevera Sergio Sánchez, central del Espanyol. El Madrid perdía por la mínima en Montjuïc y los nervios de los futbolistas blancos estaban a flor de piel; era su tercer traspié consecutivo. Y Beckham reflejó el malestar, la desesperación, cuando restaban algo más de diez minutos para la conclusión del partido.

¡Cof! ¡Cof! tosió el joven Sergio Sánchez, aquejado de una amigdalitis, desde la banda, en la zona habilitada para efectuar el calentamiento de los reser...

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Unas anginas descompusieron a David Beckham, paradigma de la buena imagen. "Me dio un bofetón en el túnel de vestuarios", asevera Sergio Sánchez, central del Espanyol. El Madrid perdía por la mínima en Montjuïc y los nervios de los futbolistas blancos estaban a flor de piel; era su tercer traspié consecutivo. Y Beckham reflejó el malestar, la desesperación, cuando restaban algo más de diez minutos para la conclusión del partido.

¡Cof! ¡Cof! tosió el joven Sergio Sánchez, aquejado de una amigdalitis, desde la banda, en la zona habilitada para efectuar el calentamiento de los reservas. Pero no escogió el mejor momento para carraspear. O eso pensó el centrocampista inglés, que justo en ese instante efectuaba un saque de esquina, que se lo tomó a la tremenda. Se encaró con el futbolista blanquiazul -"me gritó un par de veces hijo de puta y algo más en inglés", cuenta Sergio-, recriminó al juez de línea la actitud de su rival y gritó improperios al aire. Tres pasos después, se giró de nuevo y le señaló el túnel de vestuarios como si quisiera decirle la amenaza consabida: "Te espero fuera". Gravesen y Diogo, que estaban al lado de Sergio Sánchez realizando ejercicios de calentamiento, le preguntaron: "¿Qué ha pasado?". Digerida la respuesta, le dijeron de pasada: "Déjalo correr". Cosa que no hizo Beckham; cuando expulsaron a Sergio Ramos por doble amarilla, el futbolista se acercó de nuevo al linier y le solicitó que reflejara lo ocurrido en el acta.

"Me esperó en el túnel de vestuarios, vino a por mí, cruzamos un par de frases y me dio una bofetada con la mano abierta", explica Sergio. Y añade: "Bajaron otros compañeros y el delegado para frenarme porque pensaban que iba a devolverle el golpe. Pero no reaccioné porque no me creía lo que estaba pasando". El madridista, sin embargo, rechazó esta versión cuando salió de las duchas y fue requerido al respecto. "Nothing happened [no ha pasado nada]", expresó lacónicamente y con semblante serio.

Jonathan, 15 días de baja

El mismo que llevaba Baptista, que se fue del terreno de juego antes que los demás por una fea entrada al tobillo de Jonathan Soriano, delantero blanquiazul. Una entrada que le tendrá inactivo durante dos semanas, tres partidos. "Al final sólo tiene una contusión importante", argumentó Miquel Cervera, médico del Espanyol, "ha tenido mucha suerte".

Jonathan, después del partido, con el tobillo hinchado, disculpó a La Bestia: "Creo que no ha sido con mala intención". Y Sergio Sánchez, tras el calentón, hizo lo propio ayer con el inglés: "Me extrañó mucho su actitud; no es una reacción lógica. Pero para mí es simplemente una anécdota y sigo pensando que es gran jugador". Y todo por culpa de un simple carraspeo, una tos sin malicia propiciada por un resfriado.

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