Reportaje:

Ganancias para los más arriesgados

Los mercados emergentes registran fuertes revalorizaciones, pero sólo atraen a unos 50.000 inversores españoles

Los mercados emergentes en general y muy especialmente los de las áreas de Asia y Europa del Este están registrando importantes revalorizaciones desde hace ya muchos meses. Para el particular, los fondos de inversión son prácticamente la única vía de acceso a estos mercados. Aunque sus resultados son más que llamativos -de enero a agosto, sus ganancias medias superan el 25%- no llega a 50.000 el número de partícipes que está dispuesto a asumir el riesgo de tomar posiciones en ellos.

En los ocho primeros meses de este año una docena de los fondos de inversión nacionales especializados en...

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Los mercados emergentes en general y muy especialmente los de las áreas de Asia y Europa del Este están registrando importantes revalorizaciones desde hace ya muchos meses. Para el particular, los fondos de inversión son prácticamente la única vía de acceso a estos mercados. Aunque sus resultados son más que llamativos -de enero a agosto, sus ganancias medias superan el 25%- no llega a 50.000 el número de partícipes que está dispuesto a asumir el riesgo de tomar posiciones en ellos.

Una docena de fondos españoles especializados en mercados emergentes han ganado más del 40% de media en los últimos doce meses

En los ocho primeros meses de este año una docena de los fondos de inversión nacionales especializados en renta variable de los mercados emergentes han ganado más de un 30%. No sólo eso: en los últimos 12 meses, su rentabilidad media anual supera el 40%, acercándose en algunos casos al 60%. Aún más lejos: en los últimos tres ejercicios completos, las ganancias anuales sobrepasan la barrera del 20%.

"Los mercados emergentes y, por tanto, los fondos de inversión a ellos vinculados, han tenido un comportamiento espectacular en los últimos años. El futuro también presenta buenas perspectivas. Los países del área asiática viven un crecimiento económico que no parece tener límite. Además, el comportamiento de su moneda genera rentabilidades adicionales. En Europa del Este, las reformas emprendidas en materia de deuda pública, tipos de interés, inflación, finanzas públicas están dando sus frutos y si mantienen su intención de converger con la Europa central aún mejorarán más sus economías. Rusia es un caso excepcional, muy beneficiada en estos tiempos en los que el petróleo marca máximos. En Latinoamérica, nuestra apuesta se centra en Brasil y México, cuyas economías, más vinculadas a Estados Unidos y a las materias primas, lo han hecho bien. Sus incertidumbres políticas nos hacen, sin embargo, no ser tan optimistas como en los casos anteriores", explica Antonio Fraile, analista de Banco Inversis.

Motivos estructurales

"Los mercados emergentes han registrado revalorizaciones significativas por motivos estructurales (sus crecimientos económicos son elevados); de diversificación (el capital busca nuevos horizontes donde colocarse en los que la correlación con los mercados más importantes no sea muy estrecha), de liquidez (en máximos dado el actual marco de bajos tipos de interés) y de reducción del riesgo (la percepción del riesgo país ha disminuido dadas las reformas hacia economías de mercado que, en general, han emprendido estos países). Con vistas al futuro todos estos factores se mantienen, aunque nuestra apuesta más clara es hacia Asia por ser una zona más sólida económicamente en la que todavía la capitalización bursátil no está bien representada", señala Gonzalo Azcoitia, director general de Merrill Lynch Investment Managers.

"Los mercados emergentes en su conjunto se perfilan con una inversión atractiva en la que se pueden encontrar grandes posibilidades de inversión. La vieja idea de asociar emergente con alto riesgo ha ido diluyéndose y aunque presentan mayores volatilidades que otras áreas ya no es tan grande la brecha. Su entorno macroeconómico ha mejorado sensiblemente (con ello se ha reducido el riesgo país) y lo que es más importante muchas de sus compañías son muy rentables, habiendo duplicado su rendimiento en los últimos años sin por ello haber multiplicado por dos sus cotizaciones bursátiles", añade Beatriz Barros de Lis, directora general de la gestora americana ACM.

Por último, Manuel Arroyo, miembro del equipo de gestión de JP Morgan Asset Management España, comenta que "nuestra apuesta se dirige hacia Europa del Este. Son países que, desde hace años, han iniciado una senda de reformas encaminadas a lograr una mayor convergencia política y económica que ha generado altas rentabilidades con, además, bajas volatilidades. Aunque a corto plazo, dadas precisamente estas elevadas revalorizaciones, se pueden producir correcciones, a medio y largo plazo sus perspectivas son positivas impulsadas también por la previsible entrada de nueva liquidez que ya no percibe como alto el riesgo país".

En este entorno relativamente optimista, los expertos recomiendan tomar posiciones en los mercados bursátiles de los países emergentes a través de fondos de inversión. Antonio Fraile, de Banco Inversis, distingue, a la hora de analizar los mercados emergentes tres zonas completamente diferenciadas: Asia-Japón, Europa del Este y Latinoamérica. "Nuestra apuesta se centra en las dos primeras. En ambas colocaríamos el 10% de una cartera de renta variable pura, es decir, de un inversor con un perfil de riesgo alto y con un horizonte temporal amplio".

Gonzalo Azcoitia, de Merrill Lynch reduce ligeramente este peso y explica que "mantener en estos mercados entre un 5% y un 10% de la cartera sería adecuado siempre y cuando la inversión fuera estructural, es decir, a medio y largo plazo y, por tanto, dispuesta a asumir una mayor volatilidad, un mayor riesgo de fluctuaciones en el precio de sus activos". Para Manuel Arroyo, de JP Morgan Asset Management, "este 5% o 10% de la cartera en mercados emergentes sólo es asumible por los inversores agresivos".

La zona asiática

Desde ACM se muestran algo más optimistas. Beatriz Barros de Lis explica que "nuestra apuesta por los mercados emergentes no delimita tanto los valores a elegir por las zonas en las que se ubican sino por la capacidad de las compañías de generar beneficios. En la actualidad creemos que hasta un 15% de la cartera de un inversor que busca crecimiento se puede colocar en estas áreas, con especial interés en la zona asiática".

Si las perspectivas de estos mercados son positivas, ¿por qué destinar tan sólo un 5%, un 10% o como mucho un 15% de la cartera a este tipo de productos si las posibilidades de rentabilizar el dinero son altas? Todos los expertos coinciden: el riesgo marca la diferencia. "La posibilidad de que, en el corto plazo, se obtengan pérdidas es mucho más amplia en el caso de los fondos emergentes y no todos los inversores están dispuestos a asumirla", explica Manuel Arroyo. "Hay que tener en cuenta que los mercados, aunque correlacionados entre sí, tienen comportamientos en ocasiones bien diferentes. Diversificar es una de las mejores estrategias a seguir a la hora de diseñar una cartera", añade Gonzalo Azcoitia. Para Antonio Fraile, "aunque las incertidumbres se han suavizado no han desaparecido del todo". "Las apuestas nunca deben ser globales porque los riesgos que se asumen son demasiado elevados. Se trata de encontrar buenas compañías, pero no concentrar toda la inversión ni en áreas ni en sectores únicos", puntualiza Beatriz Barros de Lis.

Operadores en la Bolsa de Budapest.REUTERS

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