Mucho más que fumar

En Expocannabis, la feria del cáñamo que se celebra hasta las diez de la noche de hoy en Leganés con más de 100 expositores de 12 países, no hay ni una sola planta de marihuana. La organización ha optado por ahorrarse posibles problemas legales evitando la presencia de plantas en La Cubierta. "El cáñamo está demonizado", resume Moisés López, coordinador de la revista Cáñamo y uno de los organizadores.

Combatir esta imagen negativa es uno de los objetivos de la muestra, que en su primera edición en la Comunidad pretende alcanzar los 10.000 visitantes. "Queremos enseñar los distint...

En Expocannabis, la feria del cáñamo que se celebra hasta las diez de la noche de hoy en Leganés con más de 100 expositores de 12 países, no hay ni una sola planta de marihuana. La organización ha optado por ahorrarse posibles problemas legales evitando la presencia de plantas en La Cubierta. "El cáñamo está demonizado", resume Moisés López, coordinador de la revista Cáñamo y uno de los organizadores.

Combatir esta imagen negativa es uno de los objetivos de la muestra, que en su primera edición en la Comunidad pretende alcanzar los 10.000 visitantes. "Queremos enseñar los distintos usos del cannabis al público", según López. Un público formado mayoritariamente por jóvenes, algún cincuentón y pocas familias con hijos.

Pese a la creencia establecida de que la planta de la marihuana se usa básicamente para colocarse fumando, "hay un libro que afirma que se pueden obtener hasta 50.000 productos del cáñamo", cuenta Ernesto Blume, miembro de la organización.

Esto se puede constatar en la exposición. La marihuana, además de poder fumarse, también tiene un uso industrial y cosmético. De todos ellos se vende material en la exposición. Las fibras obtenidas del tallo de la planta sirven para elaborar desde textiles hasta ciertos artículos del automóvil, como pastillas de freno. Los productos cosméticos se elaboran a partir de las semillas, de las que se extraen aceites, cremas, jabones e incluso alimentos. Sin embargo, la mayoría de los asistentes consultados admitieron que fumar es el destino más frecuente que dan a la planta.

La feria ofrece las últimas novedades en técnicas de cultivo interior, comprar semillas -a 120 euros la veintena, son el producto estrella-, probar productos e incluso averiguar cuánto THC (el principal componente psicoactivo de la planta) tiene una planta determinada. La experiencia está resultando positiva a nivel de público. A 10 euros la entrada, el goteo de gente que entraba ayer a mediodía era constante.

Blume explica las virtudes de la planta: "Es dura, más resistente que el algodón, no necesita productos químicos para crecer, regenera la tierra...". La lista parece interminable, pero el mercado no acaba de arrancar en España, según Álvaro Soldevila, de La Casa del Cáñamo. "Los productos son caros porque son exóticos, importados. El perfil de comprador vendría a ser un ecopijo", dice.

Lo que está claro es que el tema atrae. "La marihuana tiene tirón", explica uno de los trabajadores de un expositor. ¿El producto estrella? "La gente se interesa por los vaporizadores", responde Frank Eberhardt, dueño de una tienda que ha venido a la muestra desde Holanda. Estos vaporizadores son unos artilugios que extraen el THC de la marihuana con vapor de agua, que se aspira a través de un tubo. El aparato también se puede utilizar para café o infusiones, no es de uso exclusivo para marihuana.

Entre tanta feria y aprovechando que se celebra el Expocannabis, la Consejería de Sanidad alertó el pasado viernes de los peligros del abuso de la marihuana y el hachís. Sanidad afirma que la Agencia Antidroga ha atendido a 3.140 personas por su adicción a esta sustancia en los ocho primeros meses de 2005. El perfil medio del atendido es un varón de clase media, de 28 años, sin antecedentes legales y que empezó a fumar a los 16. Muy parecido al que había ayer en La Cubierta, aunque también se podía ver a muchas mujeres, osbservando los productos y fumando porros despreocupadamente.