Crítica:CINE

Una de paletos sureños

He aquí una película de las que antes se estrenaban sólo en video-clubs y antes aun ni siquiera llegaban a nuestras carteleras, tan localista es el tufo que despide: de hecho, la serie televisiva en la que se basa, Dukes of Hazzard (CBS, 1979-1985) no llegamos aquí ni a catarla... y no es para menos. Peripecia sobre dos palurdos no sólo sureños, sino también sudistas (el coche "tuneado" que conducen se llama nada menos que General Lee), machistas de manual, irreverentes y muy por debajo de la media intelectual del respetable, los primos protagonistas (y su generosamente dotada pr...

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Lee sin límites

He aquí una película de las que antes se estrenaban sólo en video-clubs y antes aun ni siquiera llegaban a nuestras carteleras, tan localista es el tufo que despide: de hecho, la serie televisiva en la que se basa, Dukes of Hazzard (CBS, 1979-1985) no llegamos aquí ni a catarla... y no es para menos. Peripecia sobre dos palurdos no sólo sureños, sino también sudistas (el coche "tuneado" que conducen se llama nada menos que General Lee), machistas de manual, irreverentes y muy por debajo de la media intelectual del respetable, los primos protagonistas (y su generosamente dotada primita) montan un zipizape en cada secuencia, siempre a base del mismo esquema: carrera de coches-persecución-burla de la autoridad y vuelta a empezar.

DOS CHALADOS Y MUCHAS CURVAS

Dirección: Jay Chandrasekhar. Intérpretes: Johnny Knoxville, Seann William Scott, Jessica Simpson, Burt Reynolds, Willie Nelson. Género: comedia de aventuras. EE UU, 2005. Duración: 106 minutos.

Que puede tener su público está fuera de duda: hay gente p'a tó, que dijera Rafael el Gallo, e incluso a los amantes de esa tontería llamada Jackass les debe pirrar el aquí también protagonista, el inefable Johnny Knoxville. Pero de ahí a que haya que tomársela en serio media un abismo: es una propuesta de encefalograma plano, con menos gracia que un helado de ortigas y con un par de imbéciles como protagonistas... avisados quedan.

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