Una mujer, en prisión por tirar a su nieto por el balcón
Una mujer de 60 años confesó ayer ante el juez ser la autora de la muerte de su nieto, de dos años, que falleció el pasado domingo tras arrojarlo desde la terraza del quinto piso de un edificio situado en la calle Pintor Sorolla de Gandia (La Safor). La mujer pasó ayer a disposición judicial, y según fuentes cercanas al caso, mantuvo su versión inicial y confesó el supuesto crimen. El titular del juzgado decretó a primera hora de la tarde su ingreso en prisión, y su traslado a la cárcel de Picassent (L'Horta).
El pequeño y su hermano de cuatro años vivían con su madre, separada desde ha...
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Una mujer de 60 años confesó ayer ante el juez ser la autora de la muerte de su nieto, de dos años, que falleció el pasado domingo tras arrojarlo desde la terraza del quinto piso de un edificio situado en la calle Pintor Sorolla de Gandia (La Safor). La mujer pasó ayer a disposición judicial, y según fuentes cercanas al caso, mantuvo su versión inicial y confesó el supuesto crimen. El titular del juzgado decretó a primera hora de la tarde su ingreso en prisión, y su traslado a la cárcel de Picassent (L'Horta).
El pequeño y su hermano de cuatro años vivían con su madre, separada desde hace unos años, en la residencia de la abuela materna. Al parecer, según las mismas fuentes, la madre de los menores tenía problemas por su relación con las drogas, y la abuela se ocupaba del cuidado de los niños. Los enfrentamientos entre la madre y la hija eran continuos, según las mismas fuentes.
Sobre las 15.00 horas del domingo, la Policía Local de Gandia recibió una llamada telefónica alertando de la caída de un niño desde una terraza, ubicada en el número 26 de la calle Pintor Sorolla. Al lugar acudieron agentes de la Policía Local y una ambulancia SAMU. El pequeño fue atendido todavía con vida y trasladado al hospital Francesc de Borja de Gandia en estado grave. El niño falleció pocos minutos después de su ingreso en el centro hospitalario, según informaron ayer fuentes policiales. Al lugar del suceso acudieron también agentes de la Policía Nacional, que se hicieron cargo de la investigación.
En un principio se creyó que el pequeño cayó por accidente, y se atribuyó el fatídico suceso a una posible negligencia de la abuela por falta de vigilancia de los niños.