CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Luis García Berlanga se confiesa sobre su cine

El director participó en Santander en una charla en la que desmenuzó diferentes etapas de su vida y de su obra

Luis García Berlanga (Valencia, 1921) contó ayer anécdotas tan coloridas como variadas, habló de su visión de la vida, de la censura, del cine español, de su anarquismo y de varios temas más, siempre imponiendo su toque personal. Aunque algunas historias las había contado ya en otras ocasiones, quedó en los espectadores la sensación de que muchísimas anécdotas más se le quedarán por siempre a él solo. El autor de El verdugo confesó que aún sigue teniendo ideas para crear películas, pero que las rechaza porque, "como pueden ustedes constatar" (dice a los periodistas), a veces tiene probl...

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Luis García Berlanga (Valencia, 1921) contó ayer anécdotas tan coloridas como variadas, habló de su visión de la vida, de la censura, del cine español, de su anarquismo y de varios temas más, siempre imponiendo su toque personal. Aunque algunas historias las había contado ya en otras ocasiones, quedó en los espectadores la sensación de que muchísimas anécdotas más se le quedarán por siempre a él solo. El autor de El verdugo confesó que aún sigue teniendo ideas para crear películas, pero que las rechaza porque, "como pueden ustedes constatar" (dice a los periodistas), a veces tiene problemas con la memoria. "La jodida sociedad que nos rodea" es, "como siempre", el tema de películas que probablemente se quedarán sin materializar.

Berlanga aseguró que la censura no desaparece, en especial la del productor, pues "siempre ha estado relacionada con lo económico"

Con confesiones como ésta, Berlanga mantuvo ayer atentos, entretenidos, sonrientes y en algunos momentos emocionados a más de 20 periodistas por más de una hora y media. Lo que no es poco decir, si se considera que ya lo había hecho durante tres días durante media jornada con los 56 alumnos que asisten a su curso El cine, mi vida, mi cine, que imparte esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.

Respecto al cine español, consideró "espantoso" que se intente solucionar "la crisis" desde el Ministerio de Cultura, ya que aunque en su opinión "lo hacen lo mejor que pueden", dijo tajante que eso no le gusta y piensa que se debería "transcribir" la ley francesa, en la que el cine tiene mayor autonomía.

Berlanga aseguró que la censura no desaparece, en especial la del productor, pues "siempre ha estado relacionada con lo económico". De la autocensura asegura que aunque "puede existir" él, como "libertario", nunca tendrá reparos en decir lo que piensa.

Durante su clase había hablado horas antes de lo arbitraria que pudo ser la censura durante el franquismo. Aún sorprendido, contó que le parecía increíble que no se hubiera censurado la película Novio a la vista. La escena por la que temió era en la que un grupo de niños escapa de sus padres y se "hacen fuertes" en un castillo. De entre los familiares, sale un grupo de militares retirados que "toma el mando de la expedición" para hacer salir a los menores, que empiezan a tirarles piedras. Con el fracaso de la expedición militar, uno de los padres grita: "Ya es momento de que la sociedad tome el mando", una frase muy significativamente política en el momento, que, a diferencia de otras menos fuertes, pasó inadvertida.

Como ya había dicho en algún otro momento, hace ya más de 15 años que no va al cine, pero en esta ocasión aseguró: "Tal vez por dejadez o porque no quiero salir de mi soledad". Sin embargo, para lo que sí sale de su casa todavía es para ir al programa de radio en Radio Nacional en el que colabora. También declaró que no ha dejado de ir al Festival Erótico de Barcelona, a excepción del año pasado en que no pudo asistir por motivos personales. Berlanga, para siempre Berlanga.

García Berlanga, ayer en Santander.PABLO HOJAS

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