Amantes del 'sincericidio'
Cuántos hombres y mujeres viven pensando que tienen la obligación, tanto si les preguntas como si no, de decir siempre la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Si no lo hacen, tienen sentimientos de culpa. Evitar esa culpabilidad les lleva, a veces, a enrarecer la convivencia. Caen sin darse cuenta en el error de pensar que entienden de todo, por tanto te dan su opinión y sus buenos consejos. Cada vez que abren la boca, sube el pan, la carne y el pescado. En el libro titulado Corazones inteligentes, escrito por dos profesores especialistas de la Universidad de Málaga, leí que...
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Cuántos hombres y mujeres viven pensando que tienen la obligación, tanto si les preguntas como si no, de decir siempre la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Si no lo hacen, tienen sentimientos de culpa. Evitar esa culpabilidad les lleva, a veces, a enrarecer la convivencia. Caen sin darse cuenta en el error de pensar que entienden de todo, por tanto te dan su opinión y sus buenos consejos. Cada vez que abren la boca, sube el pan, la carne y el pescado. En el libro titulado Corazones inteligentes, escrito por dos profesores especialistas de la Universidad de Málaga, leí que esa actitud tiene un nombre, muy acertado por cierto: sincericidio (me encanta). A esas personas les aporto otra palabra: ahinsa, que es el término utilizado por Gandhi y significa "negarse a causar daño a los demás".