Schumacher evoca a Senna

Michael Schumacher evocó el nombre de uno de los mayores mitos de la fórmula 1 ayer en Hungaroging, donde un fallo en la última curva relegó a Fernando Alonso al sexto puesto de la parrilla de salida del Gran Premio de Hungría. Schumacher se anotó la pole position. Suma 64 pero ésta posee un valor especial. Le permite levantar ligeramente el vuelo en una temporada con resultados impropios de su rango y le sitúa a sólo un paso de igualar el único récord que le falta. Lo tiene uno de los mayores mitos de la fórmula 1, uno de los pilotos al que más recuerdan y veneran muchísimos aficionado...

Michael Schumacher evocó el nombre de uno de los mayores mitos de la fórmula 1 ayer en Hungaroging, donde un fallo en la última curva relegó a Fernando Alonso al sexto puesto de la parrilla de salida del Gran Premio de Hungría. Schumacher se anotó la pole position. Suma 64 pero ésta posee un valor especial. Le permite levantar ligeramente el vuelo en una temporada con resultados impropios de su rango y le sitúa a sólo un paso de igualar el único récord que le falta. Lo tiene uno de los mayores mitos de la fórmula 1, uno de los pilotos al que más recuerdan y veneran muchísimos aficionados a pesar de que ya han transcurrido 11 años desde su trágica muerte.

Aquel infausto día, el 1 de mayo de 1994 en Imola, el brasileño Ayrton Senna había marcado su pole position número 65 y en la sexta vuelta, al llegar a toda mecha a la curva de Tamburello, algo se rompió en su Williams y chocó violentamente contra el muro. Poco después, en un hospital de Bolonia, se certificó el fallecimiento del tres veces campeón mundial, en 1988, 1990 y 1991. Pasados 11 años desde su fallecimiento, su récord de 65 pole positions permanece. Sólo Schumacher puede batirlo. Los demás quedan a años luz, empezando por el que fuera su mayor rival Alain Prost, tercero en esta clasificación, con 33 pole positions al igual que otro legendario, Jim Clark.

Para Raikkonen fue reconfortante ver que Alonso perdía un instante el control de su Renault

El destello de Schumacher en la vuelta de calificación hubiera resultado rutinario en otras épocas. Ahora no. En el vía crucis que Ferrari ha convertido esta temporada, significa algo por fin que celebrar, un logro que Schumacher no alcanzaba desde finales de 2004 en Japón, aunque esta temporada se adjudicó el fiasco de Gran Premio que se disputó en Indianápolis (Estados Unidos). La duda es, como siempre esta temporada, saber si el Ferrari de Schumacher disputó la vuelta con escasa gasolina y si hoy en la carrera deberá parar a repostar mucho antes que otros coches.

La peripecia de Schumi no está en el meollo de la lucha por el título, aunque puede tener una incidencia clara. El foco está en el resultado que obtengan hoy Kimi Raikkonen y Fernando Alonso. Para el piloto finlandés, con 36 puntos de desventaja a falta de siete pruebas para el final del campeonato, la situación es desesperada. Sin embargo, puede contemplar con satisfacción el resultado de la calificación. Había abandonado en el anterior Gran Premio, en Alemania, y eso le obligó a ser el primero en completar la vuelta de calificación, lo cual siempre es una desventaja dada la falta de agarre de la pista cuando sobre ella no ha pasado ningún bólido. Raikkonen obtuvo el cuarto mejor tiempo por detrás de Schumacher, Montoya y Trulli.

Para Raikkonen fue reconfortante comprobar cómo Alonso perdió por un instante el control de su Renault en la última curva y cedió casi cuatro preciosas décimas respecto a los mejores, lo que le impidió situarse en la segunda posición de la parrilla. Además, entre ambos, y por delante de Alonso estará Ralf Schumacher. El objetivo del piloto español, en un circuito en el que los adelantamientos son muy complicados, será ganarle por la mano a Raikkonen en la salida o bien en la estrategia y en el trasiego de los repostajes y, de no conseguirlo, al menos no perder su estela.

Alonso es consciente de que preservar el tesoro que significan esos 36 puntos de ventaja sobre Raikkonen le acercaría de forma casi irreversible al título. En esa misma perspectiva y, caso de no poder luchar por el triunfo, no resultaría para él una mala noticia que Michael Schumacher ganara la carrera, aunque el alemán, el único piloto que ha puntuado sin excepción en las últimas siete carreras, sólo cuenta con cuatro puntos menos que Raikkonen.

El propio Schumacher había manifestado, ya antes de llegar a Hungaroring, que el título ya es una utopía para él. Ayer, su punto de vista era más optimista. "No hay razón para no creer en el regreso de Ferrari, pero al mismo tiempo tendremos que esperar y comprobar si el resultado se debe a que el coche y los neumáticos se han adaptado especialmente bien a este circuito o si lograremos mejorar nuestro nivel en general".

Schumacher, a sus 36 años, tiene firmado un año más de contrato con Ferrari y, a pesar de su gris temporada, mantiene la ilusión de un principiante, al menos en apariencia. "Estoy encantado de regresar aquí de nuevo después de haber sufrido durante tanto tiempo", explicó desde el asiento central de la sala oficial de entrevistas. El rendimiento de su compañero de equipo, Rubens Barrichello, fue menos brillante. Concluyó con el séptimo mejor tiempo en una jornada en la que se supo que ha llegado a un principio de acuerdo para enrolarse el año próximo en BAR Honda. En la escudería anglo-japonesa milita el británico Jenson Button, que mantiene un contencioso con Williams. Button firmó un contrato con el patrón de Williams, Frank Williams, por el que está obligado a regresar a esta escudería la próxima temporada. El problema es que Button desea permanecer un año más en BAR Honda, dada la crisis por la que atraviesa Williams, que en los entrenamientos de ayer volvió a naufragar y sólo pudo situar en el 12º puesto a Heidfeld y en el 16º a Webber.