ETA pone dos artefactos en las carreteras para sembrar el caos en la Operación Salida

El inicio de vacaciones de forma escalonada facilitó la fluidez del tráfico y evitó los atascos

ETA intentó ayer recuperar el protagonismo llevando el caos al inicio de la Operación Salida de agosto, el mayor movimiento anual de tráfico en las carreteras españolas, con más de 7,2 millones de desplazamientos previstos entre la tarde de ayer y la noche del lunes. Dos artefactos explotaron hacia las 18.00 en los arcenes de las autovías de Andalucía y Extremadura, a su paso por la provincia de Toledo, sin que se produjeran víctimas ni daños de importancia, aunque sí entorpecieron la circulación. Una llamada anónima al diario Gara avisó de la colocación de las bombas en nombre de la ba...

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ETA intentó ayer recuperar el protagonismo llevando el caos al inicio de la Operación Salida de agosto, el mayor movimiento anual de tráfico en las carreteras españolas, con más de 7,2 millones de desplazamientos previstos entre la tarde de ayer y la noche del lunes. Dos artefactos explotaron hacia las 18.00 en los arcenes de las autovías de Andalucía y Extremadura, a su paso por la provincia de Toledo, sin que se produjeran víctimas ni daños de importancia, aunque sí entorpecieron la circulación. Una llamada anónima al diario Gara avisó de la colocación de las bombas en nombre de la banda.

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A las 17.15 la Guardia Civil fue alertada por la policía autonómica vasca de que un comunicante anónimo había llamado al diario abertzale Gara para anunciar la colocación de sendos artefactos explosivos en el kilómetro 75 de la A-5, entre Madrid y Talavera, en Maqueda (Toledo); y en el kilómetro 132 de la A-4, entre Madrid y Valdepeñas. Aunque la llamada situaba el artefacto en el término municipal de Puerto Lápice (Ciudad Real), finalmente estalló a un kilómetro de distancia, en Madridejos (Toledo).

La primera de las bombas estalló a las seis de la tarde, en el arcén de la A-5, en sentido Madrid; y la segunda, 17 minutos después, en la A-4, dirección Andalucía. Ninguna de las dos causó daños personales ni materiales de importancia, aunque la Guardia Civil no llegó a tiempo para interrumpir la circulación antes de las explosiones.

El primer artefacto (el de la A-5) estaba colocado en un tubo de drenaje de la autovía, cerca de la carretera N-403, informa F. Javier Barroso. Agentes de los Grupos de Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil (Gedex) no hallaron restos de la bomba, según fuentes de la investigación. El segundo artefacto, en la A-4, había sido depositado a unos 40 metros de la autovía. Los gedex localizaron restos de tres pilas de nueve voltios y de otras tres de 1,5 voltios. La onda expansiva causó un cráter de 1,5 metros de diámetro por 40 centímetros de profundidad.

Técnicos en desactivación de explosivos rastrearon ambas zonas para asegurarse de que no existía ningún otro artefacto y recoger restos de los explosivos, que en apariencia eran de escasa potencia. Esto originó largas retenciones, con "circulación lenta", según la Dirección General de Tráfico (DGT), que en el caso de Maqueda llegaban a los 25 kilómetros en dirección Badajoz hacia las siete de la tarde. La DGT informó de que la A-4 había permanecido cortada en sentido Andalucía desde las 18.17, cuando explosionó el artefacto, a las 19.42. Durante este tiempo se facilitó una ruta alternativa a partir del kilómetro 119, en Camuñas, para volver a la autovía de Andalucía en Villarta de San Juan. Por su parte, en la A-5 el tráfico quedó restablecido a las siete de la tarde.

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Los atentados se produjeron un día después de la detención en Francia de cuatro presuntos miembros de ETA y de que el IRA anunciara su abandono definitivo de las armas. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, condenó los atentados, llamó a la unidad de los demócratas y anunció que el Gobierno seguirá utilizando todos los instrumentos del Estado de derecho para poner fin al terrorismo. Alonso se mostró convencido de que el objetivo de la banda terrorista era perturbar la tranquilidad de los millones de ciudadanos que se disponían a iniciar sus vacaciones.

El Gobierno vasco mostró su condena "más rotunda" y advirtió a ETA de que "no tiene otra alternativa que renunciar a la violencia". El responsable de Interior del PP, Ignacio Astarloa, criticó que, mientras ETA "no cambia", el Gobierno "se dedique a hablar de diálogo".

La mayor Operación Salida de agosto -en la que coinciden los que inician las vacaciones, con el retorno de los que las acaban y los desplazamientos del fin de semana- empezó con relativa tranquilidad. Menos de dos horas después de las explosiones, la situación en las carreteras era "la normal de cualquier viernes", según la DGT. A las tres de la tarde Tráfico puso en marcha un dispositivo para mejorar la fluidez de las vías, que se prolongará hasta la medianoche del lunes. El director general de Tráfico, Pere Navarro, ya anticipó el pasado jueves que "las retenciones serían menores si la salida era escalonada".

Hoy se espera mayor congestión de tráfico entre las once de la mañana y las dos de la tarde en las salidas de las grandes ciudades y en itinerarios que unen poblaciones de costa. Mañana habrá más afluencia de vehículos entre la seis de la tarde y las once de la noche, con automovilistas que vuelven de sus vacaciones de julio o de pasar fuera el fin de semana. El lunes las horas de más problemas serán entre las ocho de la mañana y la una de la tarde.

Coincidiendo con la Operación Salida de agosto, circularán por las carreteras españolas más de 42.000 vehículos de ciudadanos magrebíes que se dirigen a sus países de origen. El puerto de Algeciras (Cádiz) acogerá este fin de semana la mayor afluencia de pasajeros, más de 100.000, con destino a Tánger (Marruecos) y Ceuta, dentro de la denominada Operación Paso del Estrecho 2005.

Desde su inició a primeros de julio hasta el pasado jueves han pasado por el puerto de Algeciras un total de 142.910 vehículos y 591.174 pasajeros, según la Dirección General de Protección Civil, que para prevenir dificultades recomendó evitar, en la medida de lo posible, circular por la A-1 y la A-4 y la Autopista del Mediterráneo, que prevé sean las que más dificultades registren. El coordinador del dispositivo, Salvador Merelo, aseguró que desde hoy hasta el 2 de agosto, "se espera un incremento del 8% en el número de viajeros que lleguen a Algeciras" respecto a 2004.

Estado de la autovía A-5, a 40 kilómetros de Madrid, a las 20.30.ULY MARTÍN

El precedente de diciembre

No es la primera vez que ETA irrumpe con sus bombas en un desplazamiento masivo por carretera. Lo hizo el pasado 3 de diciembre, viernes, cuando comenzaba el puente de la Constitución, uno de los más largos del año.

Al inicio de aquel puente, la banda terrorista colocó cinco bombas de escasa potencia en otras tantas gasolineras de carreteras que parten de Madrid y que a esa hora, en torno a las 18.30, estaban repletas con miles de personas que salían de vacaciones. Los artefactos estallaron con cinco minutos de diferencia entre el primero y el último.

Siete personas sufrieron heridas leves, pese a que la policía y la Guardia Civil pudieron desalojar los lugares indicados por los etarras, que avisaron al diario Gara.

El caos circulatorio fue enorme porque las carreteras permanecieron cortadas durante dos horas. La normalidad comenzó a reinstaurarse una hora después.

Las bombas estallaron en gasolineras ubicadas en la A-5, al lado de la subestación eléctrica de la Casa de Campo; en la M-607, en Colmenar Viejo; en la A-3, en el campus de Vallecas; en la A-6, junto al Hipódromo; y en la A-42.

Tres días después, día de la Constitución, la banda colocó siete pequeñas bombas que explotaron en torno a las 13.30 en Santillana del Mar (Cantabria), León, Valladolid, Ávila, Ciudad Real, Alicante y Málaga. Apenas causaron daños.

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