Tribuna:DESDE MI SILLÓN | TOUR 2005 | Novena etapa

Las cosas, claras

Es lo que tiene el hecho de tener las cosas claras. A mí esto es algo que siempre me ha provocado mucha curiosidad. ¿Qué es exactamente eso de tener las cosas claras? Recuerdo a un amigo que me sembraba de dudas cada vez que me decía que yo era un tío con las cosas claras. Pero, bueno, a lo que vamos, que eso son cosas mías.

Mi compañero de equipo Mickael Rassmusen es un tío con las cosas claras, aunque yo no sepa muy bien definir qué significa exactamente eso. Como mucho, puedo dar unos datos que nos pueden ayudar a hacernos una idea.

Hace un par de semanas, me encontraba con él...

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Es lo que tiene el hecho de tener las cosas claras. A mí esto es algo que siempre me ha provocado mucha curiosidad. ¿Qué es exactamente eso de tener las cosas claras? Recuerdo a un amigo que me sembraba de dudas cada vez que me decía que yo era un tío con las cosas claras. Pero, bueno, a lo que vamos, que eso son cosas mías.

Mi compañero de equipo Mickael Rassmusen es un tío con las cosas claras, aunque yo no sepa muy bien definir qué significa exactamente eso. Como mucho, puedo dar unos datos que nos pueden ayudar a hacernos una idea.

Hace un par de semanas, me encontraba con él entrenándome en los Pirineos y reconociendo una de las etapas del Tour. Él llevaba cuatro días intensos mientras que para mí era el primero. "Hoy voy a ir tranquilo", me dijo, "que he trabajado mucho estos días". Tras unos kilómetros y un primer puerto, nos encontramos con las durísimas rampas del col de Marie Blanque. "Tira, tira", le dije cuando me di cuenta de que el ritmo fuerte-casi a tope mío correspondía con un tranquilo-casi sin forzar suyo.

"Estás muy fuerte", le dije luego. "No, aún más", me contestó; "estoy mejor que nunca. La verdad es que ahora mismo voy sin cadena [expresión del argot ciclista que indica que uno está tan tan bien que ni siente ni padece]". "Pues... bien, ¿no? Da gusto llegar así a tu objetivo". "Sí, pero el Tour es largo y, una vez que comience, todavía debe pasar una semana hasta las primeras montañas. Así que a ver si puedo mantener esta pedalada hasta entonces". "¿Y vas a disputar el maillot de la montaña?". "Sí, claro. A eso voy. A por eso y a por una etapa, que la general no es mi guerra".

Ayer era su día y él lo había anunciado 24 horas antes. Tan sólo había que estar un poco atento a las pistas que iba sembrando. En la etapa de anteayer pasó el primero por todos los puertos, con lo que se aseguró su liderato en la clasificación de la montaña, excepto por el último, por el que pasó el tercero liderando el grupo de los favoritos. De allí a la meta todo era bajada, pero no la cruzó en ese grupo ni siquiera en el segundo, sino que entró en solitario y casi dos minutos después. Con este tiempo perdido, su diferencia con el líder aumentaba a algo más de 7 minutos, un margen casi insalvable si su objetivo era ganar el Tour, pero suficiente para proporcionarle a partir de entonces cierta libertad de movimientos.

¿No es sospechoso que se descolgase del grupo de los mejores? Sí, claro. Todo estaba premeditado. Mickael perdió ese tiempo queriendo, lo que no deja de ser un insulto para los que, dándolo todo, rozan estos días el fuera de control. Pero eso es porque, como he dicho antes, es un tío con las cosas claras.

Pedro Horrillo es ciclista del equipo Rabobank.

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