El jefe superior de policía será relevado el próximo septiembre

Unos dos meses. Ese es el tiempo que le queda al comisario Miguel Ángel Fernández Rancaño al frente de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Su próximo fichaje por una entidad bancaria y algún encontronazo con sus superiores ha motivado este relevo a los dos años de ser nombrado máximo responsable de la policía. Aún no se conoce quién le sucederá, pero fuentes de la Dirección General de la Policía apuntan a que esta responsabilidad le será encomendada a algún comisario de fuera de Madrid. Tampoco se descarta promocionar al responsable de alguna brigada provincial.

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Unos dos meses. Ese es el tiempo que le queda al comisario Miguel Ángel Fernández Rancaño al frente de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Su próximo fichaje por una entidad bancaria y algún encontronazo con sus superiores ha motivado este relevo a los dos años de ser nombrado máximo responsable de la policía. Aún no se conoce quién le sucederá, pero fuentes de la Dirección General de la Policía apuntan a que esta responsabilidad le será encomendada a algún comisario de fuera de Madrid. Tampoco se descarta promocionar al responsable de alguna brigada provincial.

Fernández Rancaño (Lugo, 1950) tomó posesión de su cargo de jefe superior de Policía el 10 de junio de 2003. Sustituyó a Juan Bautista Zurera. Éste vivió una de las peores etapas en la región, con un homicidio cada tres días.El nombramiento de Fernández Rancaño fue una apuesta de la cúpula de la Dirección General de la Policía de la etapa del PP, ya que era el paso previo para nombrarle subdirector general operativo, es decir, el número dos de este cuerpo. Sin embargo, la pérdida de las elecciones generales por parte del PP el 14 de marzo de 2004 truncó su carrera. El PSOE cambió todos los altos mandos, pero el jefe superior de Policía de Madrid, más afin a las ideas de los populares, permaneció en su puesto.

A partir de ahí, Fernández Rancaño supo mantener una relación cercana con el nuevo delegado del Gobierno en Madrid, el socialista Constantino Méndez, que vio en él un estrecho colaborador. Las cosas cambiaron meses más tarde, según fuentes policiales. Uno de los puntos de inflexión se produjo el 22 de enero tras la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en la que fue insultado el ministro de Defensa, José Bono. Las detenciones de dos militantes del PP, la imputación de los mandos de la Brigada Provincial de Información y la falta de previsión de estos incidentes minaron esta relación.

Asalto a la embajada

Otro punto de fricción se produjo con el asalto de la Embajada de Guinea Ecuatorial, el pasado 25 de junio, protagonizado por un grupo de oposición al régimen de Teodoro Obiang. Pese a tener órdenes directas de la Delegación del Gobierno, no hubo dispositivo de vigilancia en la delegación diplomática, lo que permitió la irrupción del grupo.

Estos hechos han motivado que la Dirección General de la Policía haya decidido su relevo. Además, el jefe superior se incorporará a partir de septiembre a La Caixa, un fichaje que ya era comentado en círculos policiales en los últimos meses. EL PAÍS intentó localizar ayer, sin éxito, a Fernández Rancaño para recabar su opinión sobre el cambio en la Jefatura de Madrid.

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La incógnita es quién sustituirá al actual jefe superior. La propuesta la tiene que presentar el director general de la Policía, Víctor García, al ministro del Interior, José Antonio Alonso. Todo hace suponer que el nombre no será conocido hasta finales del presente julio o principios de septiembre. El relevo está previsto para mediados de ese mes, según fuentes policiales.

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