Crítica:CANCIÓN ESPAÑOLA

Dos con la copla

La copla, protagonista. Andaba bastante abandonada, pero ahora parece volver por sus fueros en estas dos voces de excepción. Martirio, coplera desde sus inicios y que ya había conseguido situar a la copla en una muy digna posición, y Miguel Poveda, un cantaor de flamenco plural y convencido de que la copla merece mucho más de lo que tiene.

El espectáculo lleva el subtítulo de Dos arcos de amor del mismo puente de coplas, y es eso: un ir y venir de coplerío de la mejor ley, en dos voces convencidas y convincentes. Pocas veces la copla ha sonado tan noble como en esta ocasión, en q...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La copla, protagonista. Andaba bastante abandonada, pero ahora parece volver por sus fueros en estas dos voces de excepción. Martirio, coplera desde sus inicios y que ya había conseguido situar a la copla en una muy digna posición, y Miguel Poveda, un cantaor de flamenco plural y convencido de que la copla merece mucho más de lo que tiene.

El espectáculo lleva el subtítulo de Dos arcos de amor del mismo puente de coplas, y es eso: un ir y venir de coplerío de la mejor ley, en dos voces convencidas y convincentes. Pocas veces la copla ha sonado tan noble como en esta ocasión, en que Martirio y Poveda han puesto todo su empeño en darles una calidad fuera de lo común. Juntos o por separado, los dos cancioneros establecen una auténtica rivalidad de bien hacer y bien decir unas canciones que habitualmente tienen un ropaje mucho más pobre. Aquí han ennoblecido el lenguaje, lo han sofisticado a veces si se quiere, y el resultado es que dan al género una belleza de excepción, convierten cada título en una joya difícilmente mejorable.

Romance de valentía

Voz: Martirio y Miguel Poveda. Guitarra: Raúl Rodríguez y Chicuelo. Piano: Jesús Lavilla. Violín: Olvido Lanza. Contrabajo: Jordi Gaspar. Percusiones: Antonio Coronel. Teatro Español. Madrid, 7 de julio.

Ojos verdes, La bien pagá, Dime que me quieres, Tú eres mi marío... las recordaremos siempre de ahora en adelante con la envoltura de lujo que Martirio y Poveda les dieron anoche, en una operación de embellecimiento que no podía tener mejor causa. La copla ha ganado dignidad y ahora sólo cabe esperar que siga cultivándose en términos semejantes, pues, evidentemente, tiene enjundia de sobra para ello. Es, a fin de cuentas, un género profundamente español.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En