Condenados dos presos que mataron a un joven, violaron a su novia y atacaron a dos 'mossos'

La Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona ha condenado a penas que suman 138 años y medio de cárcel a dos peligrosos delincuentes que huyeron de forma espectacular del hospital Arnau de Vilanova de Lleida en 2001 y dejaron tras de sí un reguero de delitos hasta su detención, un mes después. El tribunal impone 76 años de cárcel a Manuel Brito y otros 62 y medio a Francisco Javier Picatoste por un delito de asesinato consumado, otros dos en grado de tentativa, violación, detención ilegal, tenencia ilícita de armas, quebrantamiento de condena y robo. La sentencia establece como pena máxima ...

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La Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona ha condenado a penas que suman 138 años y medio de cárcel a dos peligrosos delincuentes que huyeron de forma espectacular del hospital Arnau de Vilanova de Lleida en 2001 y dejaron tras de sí un reguero de delitos hasta su detención, un mes después. El tribunal impone 76 años de cárcel a Manuel Brito y otros 62 y medio a Francisco Javier Picatoste por un delito de asesinato consumado, otros dos en grado de tentativa, violación, detención ilegal, tenencia ilícita de armas, quebrantamiento de condena y robo. La sentencia establece como pena máxima de cumplimiento la de 25 años de cárcel, aunque precisa que para computar los beneficios penitenciarios se tomará como referencia el total de las condenas.

Los hechos arrancan del 14 de octubre de 2001, cuando Manuel Brito se arrojó por una escalera de la cárcel de Lleida para forzar su traslado a un hospital, como así ocurrió. Allí le esperaba Picatoste, que no había regresado de un permiso penitenciario, y que disparó contra los dos mossos d'esquadra que custodiaban a su amigo. Uno de los policías, Javier Murillo, quedó parapléjico y el otro, Eduardo Cosculluela, lleva una bala alojada en la columna vertebral, aunque hace vida normal.

Los presos huyeron en un vehículo y, tras recibir ayuda de diversas personas, se refugiaron cuatro días después en la sierra de Collserola, que rodea la ciudad de Barcelona. Tres de estas personas que les ayudaron en la huida han sido condenadas a penas menores que oscilan entre 20 meses de cárcel y una multa por encubrimiento, mientras que otros dos acusados han sido absueltos.

La noche del 13 de noviembre de 2001, los dos presos huidos descubrieron un vehículo en cuyo interior estaba una pareja. Cuando el chico y la chica intentaron huir con el automóvil, dispararon contra el conductor, que murió en el acto. Luego lo arrojaron al suelo y huyeron con la joven, que al cabo de unos minutos fue violada por Brito.

Declaraciones inculpatorias

Ambos presos reconocieron todos los hechos durante el juicio, a excepción de la violación, de la que Picatoste llegó a exculparse. Refiriéndose a su compañero de huida, dijo: "Si yo le hubiera visto no estaría aquí, porque le habría pegado un tiro. Y él lo sabe".

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Los abogados de las víctimas reclamaban que se declarase la responsabilidad civil subsidiaria de la Generalitat de Cataluña, al considerar que los funcionarios de prisiones no extremaron la vigilancia sobre los dos presos y se permitió el traslado de Brito al hospital sin que estuviera justificado. Sin embargo, el tribunal rechaza la petición, aunque deja abierta la vía contencioso-administrativa para reclamar a la Generalitat una indemnización. La decisión judicial supone que, si el Tribunal Supremo no modifica el fallo, las familias no serán indemnizadas debido a la insolvencia de los acusados.

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