Socialistas y PP unen sus votos para rechazar la denominación de Andalucía como nación

Socialistas y populares mantuvieron ayer en el debate de la comunidad su pulso hasta el final. Pese a estar de acuerdo en varias de las propuesta de resolución que llevaron al pleno (algunas coincidentes), ninguno de los dos grupos apoyó las iniciativas del otro, de manera que los 13 puntos aprobados por unanimidad partieron de las minorías: 12 del PA y uno de IU. El rechazo a la OCM del azúcar fue el asunto de mayor enjundia que respaldaron todos los grupos. PP y PSOE coincidieron, sin embargo, en el voto contrario a una propuesta de IU para que Andalucía se llame nación, y otras 14 más -vari...

Socialistas y populares mantuvieron ayer en el debate de la comunidad su pulso hasta el final. Pese a estar de acuerdo en varias de las propuesta de resolución que llevaron al pleno (algunas coincidentes), ninguno de los dos grupos apoyó las iniciativas del otro, de manera que los 13 puntos aprobados por unanimidad partieron de las minorías: 12 del PA y uno de IU. El rechazo a la OCM del azúcar fue el asunto de mayor enjundia que respaldaron todos los grupos. PP y PSOE coincidieron, sin embargo, en el voto contrario a una propuesta de IU para que Andalucía se llame nación, y otras 14 más -varias de los nacionalistas- en defensa del Estado federal y las transferencias de organismos ahora de titularidad estatal.

Javier Arenas, presidente del PP, y el propio jefe del Ejecutivo andaluz, Manuel Chaves, lo han repetido muchas veces, pero ayer quedó patente en el Parlamento por la vía del rechazo: no están de acuerdo con que Andalucía se llame nación. Los grupos socialista y popular votaron que no a la iniciativa de IU que calificó como "imprescindible" que el nuevo Estatuto de Autonomía "garantice" la consideración de Andalucía como nación, "en reconocimiento de su identidad y sus derechos políticos y económicos".

La misma iniciativa, que contó con el respaldo del PA, pide el "mantenimiento de la reforma agraria", la creación de nuevos derechos sociales como la renta básica y el mantenimiento y desarrollo de la deuda histórica. Los partidos mayoritarios también coincidieron en oponerse a otras 14 resoluciones que, entre otras cuestiones, piden que se modifique la Constitución europea, defienden el Estado federal, la participación de la Junta en las negociaciones de la UE, las transferencias del Archivo de Indias y las instituciones penitenciarias o el desmantelamiento de las bases de Rota y Morón.

Antes y después de echar el cierre al primer debate de la comunidad de la séptima legislatura, y también al último pleno del actual periodo de sesiones, PSOE y PP se culparon mutuamente de la exhibición de discordia entre ambos que se vio en la votación. La portavoz socialista, Antonia Moro, se lamentó durante la defensa de sus propuestas que ninguna de las que habían sido diseñadas para el consenso general concitaran el apoyo unánime. Su homólogo popular, Antonio Sanz, vino a decir lo mismo, pero a la inversa. El resultado fue que tanto uno como otro grupo votó negativamente a resoluciones del oponente que estaban recogidas en su propia lista únicamente porque venían de la parte contraria.

Como, por ejemplo, en el rechazo a la regulación de la OCM de la azúcar, presentada por la Comisión ante el Consejo de la Unión Europea el pasado 22 de junio. Fueron los textos de PA e IU los que salieron adelante con el apoyo de todos.

En esta clave habría que entender que los socialistas, pese a desechar la iniciativa de IU para que Andalucía sea una nación, se opusieran a una del PP que pedía un pronunciamiento expreso y firme a "la introducción en las reformas de los estatutos de autonomía de los términos 'nación' o 'comunidad nacional', términos que no tienen cabida en el texto constitucional y que pueden generar desigualdades y agravios entre comunidades en un futuro inmediato". No obstante, fuentes del PSOE aseguraron que el motivo de la exclusión de esta propuesta es evitar condicionar el debate de la ponencia de la reforma estatutaria.

Los andalucistas fueron los que lograron sacar más resoluciones por unanimidad (12), si bien, la mayoría de ellas se refieren a temas sectoriales como la inspección de los productores pesqueros, el apoyo a las pymes o el fortalecimiento del turismo. También obtuvo el respaldo de todos solicitar al Gobierno que los fondos europeos que Andalucía obtiene por ser Objetivo 1 se inviertan en la comunidad.

Conforme a la mayoría absoluta, el PSOE aprobó sus 35 propuestas, que a diferencia de años anteriores -en el que imperaba el tono reivindicativo hacia Madrid- en esta ocasión tienen un perfil social y bajan más a lo concreto. El portavoz socialista, Manuel Gracia, había ofrecido a la oposición consensuar tres resoluciones conjuntas (deuda histórica, financiación autonómica y OCM del azúcar) pero la respuesta fue negativa.