Entrevista:ALBERTO SPEKTOROWSKI | Profesor de la Universidad de Tel Aviv

"La mayoría de los árabes israelíes son leales al Estado"

Profesor de Ciencia Política de la Universidad de Tel Aviv y asesor del ex ministro de Exteriores de Israel, el laborista Slhomo Ben Ami, Alberto Spektorowski (Montevideo -Uruguay-, 1952) es un reconocido experto de la política de su país. No en vano estuvo en las negociaciones de Camp David y ha intercambiado opiniones con Bill Clinton y Madeleine Albright, entre otros. Specktorowski participó ayer en Vitoria en la clausura del simposio Las crisis de Occidente y las modernizaciones posibles, organizado por el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda.

Pregunta. ¿Qu...

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Profesor de Ciencia Política de la Universidad de Tel Aviv y asesor del ex ministro de Exteriores de Israel, el laborista Slhomo Ben Ami, Alberto Spektorowski (Montevideo -Uruguay-, 1952) es un reconocido experto de la política de su país. No en vano estuvo en las negociaciones de Camp David y ha intercambiado opiniones con Bill Clinton y Madeleine Albright, entre otros. Specktorowski participó ayer en Vitoria en la clausura del simposio Las crisis de Occidente y las modernizaciones posibles, organizado por el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda.

Pregunta. ¿Qué le parece la victoria de Mahmoud Ahmadinejad en las elecciones de Irán?

Respuesta. Creo que los que más van a sufrir con este nuevo presidente son los propios ciudadanos iraníes, sobre todo, las mujeres y los jóvenes. En fin, aquellos sectores de la población más modernos, que estaban ilusionados con otro futuro. Pero aunque lo que se percibe no sea demasiado optimista, no hay que olvidar que en la política los líderes no siempre aplican los fundamentos de su ideología. Por eso, si yo fuera Estados Unidos, en este momento no presionaría; todo lo contrario, levantaría el pie del pedal del acelerador.

"Para muchos árabes de Israel es preferible una ciudadanía israelí que una ciudadanía árabe"
"Los que más van a sufrir con el nuevo presidente iraní son las mujeres y los jóvenes"

P. ¿Afectará este cambio de gobierno a la relación de Irán con Israel?

R. La situación de la zona no depende de los cambios de gobierno de un país. Hay cálculos estratégicos y tácticos que están por encima y que dependen de factores muy diversos. Por eso le decía antes que una cosa es la ideología del nuevo presidente de Gobierno de Irán y otra la política que vaya a realizar.

P. En estos últimos días, ha vuelto a salir a la palestra el asunto de los ciudadanos árabes de Israel. Todos los datos llevan a pensar que ese millón de personas, algo más del 20% de la población de su país, son ciudadanos de segunda.

R. En la práctica, la apreciación es fundada. La comunidad árabe ha sido discriminada desde el punto de vista social y económico, pero no desde el político, ya que gozan de todos los derechos. Participan en las elecciones con sus candidaturas y sus votos e, incluso, pueden manifestarse contra el Estado de Israel. Aunque también es cierto que nuestras fuerzas de seguridad tienen el dedo en el gatillo muy flojo cuando se habla de árabes. Y también hay que tener en cuenta todo el proceso histórico de construcción de Israel: los árabes son vistos como una quinta columna, cosa que no es cierta. En mi opinión, en la mayor parte de los casos estos ciudadanos son leales al Estado.

P. ¿Un Estado como el israelí, de origen religioso, es capaz de asumir la residencia de esta minoría árabe en su territorio?

R. Desde el punto de vista teórico, sí. Tienen los mismos derechos. Pero luego está la parte simbólica: el himno y la bandera. Ahí es donde llega el enfrentamiento, ya que los jóvenes árabes piden que se tengan en cuenta sus símbolos. Y este punto no va a ser complacido.

P. Y en el otro lado, el enfrentamiento llega con los asentamientos de colonos en Gaza.

R. Estoy en contra de la colonización. Fue una mala creación de los gobiernos de Israel; de todos, laboristas incluidos. A mi entender, el plan de Sharon no es demasiado bueno, aunque no desprecio su valor como bofetada a la ultraderecha, un grupo de presión que, por cierto, creo él mismo.

P. ¿En qué medida afecta esta iniciativa al laborismo?

R. El laborismo se encuentra como estaba Rodríguez Zapatero un año antes de las elecciones. Nadie le da una mínima posibilidad de ganar, pero también hay que decir que la política es imprevisible. Si Sharon vence, como es de prever, lo mejor es que Simon Peres le acompañe en la política que lleva en Gaza. Porque, al mismo tiempo que acaba su carrera política, termina también la de sus inmediatos sucesores, que no tienen perfil, con lo que se daría opción a una tercera generación.

P. Su padre huyó de Polonia en la Segunda Guerra Mundial por su condición de judío cuando los nazis invadieron su país. Usted se considera sionista, ¿qué impresión tiene de los nacionalismos?

R. No estoy en contra de los nacionalismos. Es más, creo que hay un nacionalismo liberal y democrático. Tengo claro que uno no puede perder su identidad. Yo quiero imaginar un Estado israelí con su minoría árabe y otro palestino con sus ciudadanos israelíes. Porque los intereses de los ciudadanos superan muchas veces lo simbólico. Y creo que para muchos de los árabes que viven en mi país es preferible una ciudadanía israelí que una ciudadanía arabe.