GREC 2005

Krystian Lupa prefiere al público que no ha leído 'Los hermanos Karamázov'

Krystian Lupa, el director polaco que ha llevado al teatro Los hermanos Karamázov, dijo ayer que la versión escénica es interesante tanto para los que han leído la novela de Dostoievski como para los que no. Sin embargo, dijo que a él como director le interesa "sobre todo el que no la ha leído", pues por su respuesta sabe si el espectáculo funciona como manifestación artística autónoma.

"El teatro tiene que responder a los dos, ser válido para los dos tipos de espectador, no puede construirse una obra teatral sólo para los que han leído la novela", señaló. "La pieza tiene que cre...

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Krystian Lupa, el director polaco que ha llevado al teatro Los hermanos Karamázov, dijo ayer que la versión escénica es interesante tanto para los que han leído la novela de Dostoievski como para los que no. Sin embargo, dijo que a él como director le interesa "sobre todo el que no la ha leído", pues por su respuesta sabe si el espectáculo funciona como manifestación artística autónoma.

"El teatro tiene que responder a los dos, ser válido para los dos tipos de espectador, no puede construirse una obra teatral sólo para los que han leído la novela", señaló. "La pieza tiene que crear su propia narración y los que no han leído la novela pueden llegar incluso a conclusiones más profundas que los que la han leído y están tratando sólo de comparar". Para Lupa, quien conozca la novela y vaya a la representación de manera abierta puede obtener un significado más rico de la obra.

Los hermanos Karamázov del Teatr Stary polaco se representará el jueves y el domingo en el Teatre Lliure, a partir de las cuatro de la tarde con un total, incluyendo entreactos y una hora para la cena (comprendida en el precio de la entrada, de 24 euros) de unas nueve horas. El espectáculo se ofrece también en dos partes de cuatro horas: la primera el viernes y la segunda el sábado (12 euros cada una, a paritr de las 20.00 horas). Según explicó ayer Lupa, hay un "fenómeno fisiológico"en la larga representación que pone al espectador en situación idónea para disfrutar el espectáculo. "Tras una hora y media", explicó, "el espectador sufre una crisis, luego, al superarla, deja atrás la posible somnoliencia, el cansancio, el descenso de la concentración, y se convierte en el mejor espectador posible". A esto se le denomina, dijo Lupa, "la recepción tras el llanto".

El director recordó divertido que el montaje fue tachado de "religioso" durante el comunismo y luego de "herético". Dijo que en realidad los problemas de la obra superan cualquier tipo de creencia y aluden a problemas filosóficos y morales actuales.

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