Reportaje:BALONCESTO | El adiós de un jugador excepcional

Bodiroga dice adiós al Barça

El alero serbio, sin noticias del club desde enero, anuncia su marcha unilateralmente

Fuera del club, vestido con la elegancia que se trajo de Italia, y el gesto sobrio que le acompañaba en los últimos tiempos, Dejan Bodiroga anunció ayer que abandona el Barça. "Mi etapa como jugador del Barça ha terminado hoy", dijo. Lo hizo solo, de improviso, sin que la entidad azulgrana tuviera ninguna constancia. Recién llegado de Belgrado y horas antes de regresar, de nuevo, a su país, el alero serbio, de 32 años, oficializó así lo que era un secreto a voces desde hace tiempo pero que el Barça no había tenido a bien comunicarle en los últimos seis meses.

A entonces, a enero, se rem...

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Fuera del club, vestido con la elegancia que se trajo de Italia, y el gesto sobrio que le acompañaba en los últimos tiempos, Dejan Bodiroga anunció ayer que abandona el Barça. "Mi etapa como jugador del Barça ha terminado hoy", dijo. Lo hizo solo, de improviso, sin que la entidad azulgrana tuviera ninguna constancia. Recién llegado de Belgrado y horas antes de regresar, de nuevo, a su país, el alero serbio, de 32 años, oficializó así lo que era un secreto a voces desde hace tiempo pero que el Barça no había tenido a bien comunicarle en los últimos seis meses.

A entonces, a enero, se remonta la última conversación que mantuvieron ambas partes para decidir qué camino seguirían a partir del 30 de junio, fecha en la que finalizaba el contrato de Bodiroga. También desde entonces, el mutismo de la entidad azulgrana ha sido revelador. Nadie ha llamado al serbio para comunicarle que lo que valía en enero, cuando Josep Maria Bartomeu le puso en bandeja la posibilidad de renovar, dejó de tener vigencia desde el mismo momento en que Bartomeu fue destituido, en marzo, como directivo responsable del baloncesto. Su proyecto, con Zelko Obradovic como entrenador y Bodiroga en el equipo, se hacía añicos antes de existir y era sustituido por otro que pretende hacer borrón y cuenta nueva, con Dusko Ivanovic, actual técnico del Tau, y Zoran Savic al mando.

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Las llamadas y los contactos se pararon a principios de año -las primeras conversaciones las mantuvo, en septiembre pasado, con el entonces director de secciones, Valero Rivera- y Bodiroga, el líder del equipo que en 2003 consiguió la ansiada Euroliga, la ACB y la Copa del Rey, se ha cansado de esperar. La falta de un interlocutor claro le ha agotado. "He esperado bastante y esto se ha terminado", dijo ayer después de agradecer a compañeros, técnicos y afición los tres años "maravillosos" que ha pasado en Barcelona. "Estoy orgulloso de haber estado en un club como el Barça y de haber conseguido los retos que tanto yo como la entidad nos habíamos marcado", señaló.

En su despedida, mantuvo el alero serbio la elegancia que siempre le ha caracterizado dentro y fuera de la pista. Ni cargó contra la directiva azulgrana -"no tengo nada que comentar al respecto"-, ni quiso hablar de decepción -"con todo lo que he conseguido estos años, no puedo estarlo", dijo-. Recordó los buenos momentos, los títulos conseguidos (cinco: una Euroliga, dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa), pero también el fin de un proyecto que se inició cuando Salvador Alemany fichó a Svetislav Pesic, al propio Bodiroga y a Fucka para ganar la maldita Euroliga. "El equipo y el proyecto ganador que había cuando llegué han tenido un fin que no es natural", apuntó el serbio. "Los cambios han creado un ambiente extraño y me hubiera gustado que no fuera así".

Le hubiera gustado que fuera de forma diferente porque Bodiroga entendía que el proyecto que se inició hace tres años podía haber tenido un final exitoso y natural. Era consciente de que el ciclo tocaba a su fin, pero se va con la sensación de que alguien, sin saber por qué, se ha empeñado en precipitarlo. "No conozco ningún club que con estos cambios pudiera esperar algo más", dijo, para resumir una temporada desastrosa en la que el Barça no ha ganado ningún título importante y ha desmontado toda su estructura. Eso, precisamente, las dudas sobre el futuro proyecto y la falta de un interlocutor, ha sido lo que ha llevado a Bodiroga a no firmar la renovación que Bartomeu le ofreció en enero, pese a haber manifestado que el Barça continuaba siendo su prioridad.

El Barça, que durante buena parte del día de ayer prolongó su mutismo -mediante un comunicado, anunció la renovación por dos años de Ilievski y la baja de Davis y Drejer-, habló finalmente por boca de Jaume Ferrer. El directivo responsable de las secciones se limitó a aplaudir la decisión tomada por Bodiroga y a mostrar el "orgullo" por haber contado con "un gran jugador". Ferrer, sin confirmar que el Barça ya no contaba con el serbio, aseguró que le habían pedido que esperase a junio para hablar. Sea como fuere, una vez más, un ídolo abandona el Palau por la puerta de atrás.

Dejan Bodiroga, ayer, durante la conferencia de prensa de su despedida.RODOLFO MOLINA

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