20 años de cárcel para un hombre que asesinó a una vecina de 29 puñaladas
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 20 años y seis meses de prisión a Antonio Manuel M. M., un hombre que en febrero de 2003 mató a su vecina al asestarle 29 puñaladas tras entrar en su chalé de Valdetorres del Jarama en busca de ropa interior femenina.
Así lo acuerda la sección decimoséptima de la Audiencia madrileña en una sentencia que considera al acusado autor de un delito de asesinato y de un delito de allanamiento de morada y que le condena a indemnizar al marido de la víctima con 180.000 euros, al hijo mayor con 128.000 euros por las lesiones y secuelas sufridas, y ...
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 20 años y seis meses de prisión a Antonio Manuel M. M., un hombre que en febrero de 2003 mató a su vecina al asestarle 29 puñaladas tras entrar en su chalé de Valdetorres del Jarama en busca de ropa interior femenina.
Así lo acuerda la sección decimoséptima de la Audiencia madrileña en una sentencia que considera al acusado autor de un delito de asesinato y de un delito de allanamiento de morada y que le condena a indemnizar al marido de la víctima con 180.000 euros, al hijo mayor con 128.000 euros por las lesiones y secuelas sufridas, y al hijo menor con 120.000 euros por los daños morales.
Asimismo, el fallo prohíbe al encausado acercarse y comunicarse por cualquier medio con el marido y los hijos de la fallecida por tiempo de cinco años y regresar a la localidad de Valdetorres del Jarama por el mismo periodo de tiempo computable desde que el procesado comience a disfrutar de los permisos penitenciarios.
La resolución jurídica basada en el veredicto de un jurado popular declara probado que sobre las 6.50 del 7 de febrero de 2003, Antonio Manuel M. M. saltó la valla que separaba su parcela de la de sus vecinos y permaneció tumbado algún tiempo "esperando a que no hubiera movimiento en la vivienda". Tras ver salir a su vecino, José Antonio P. G., el imputado se incorporó, dirigiéndose a la vivienda, logrando entrar en el interior de la misma y escondiéndose en un cuarto de aseo existente en la planta baja del chalé, donde fue hallado por la propietaria de la casa, Piedad G. G., quien comenzó a gritar. En ese momento, Antonio Manuel M. M. sacó un cuchillo que llevaba guardado y le asestó 29 puñaladas.