Moretti contra Berlusconi
El director italiano prepara un filme de compromiso sobre 'Il Cavaliere'
"Se titulará El caimán y será una película sobre Silvio Berlusconi, un filme en línea con la mejor tradición del cinema italiano de compromiso civil". Con esas palabras, Nanni Moretti (Brunico, Italia, 1953) anuncia su vuelta al cine cuatro años después de su último largometraje, La habitación del hijo, que fue galardonado en Cannes con la Palma de Oro.
"Mi ambición no es hacer cambiar de idea a los electores de Berlusconi, y tampoco reforzar las certezas de un cierto tipo de público de izquierdas. Como director y como espectador, no me gusta ese tipo de películas. Sólo de...
"Se titulará El caimán y será una película sobre Silvio Berlusconi, un filme en línea con la mejor tradición del cinema italiano de compromiso civil". Con esas palabras, Nanni Moretti (Brunico, Italia, 1953) anuncia su vuelta al cine cuatro años después de su último largometraje, La habitación del hijo, que fue galardonado en Cannes con la Palma de Oro.
"Mi ambición no es hacer cambiar de idea a los electores de Berlusconi, y tampoco reforzar las certezas de un cierto tipo de público de izquierdas. Como director y como espectador, no me gusta ese tipo de películas. Sólo deseo que El caimán pueda despertar dudas", comentó Moretti antes de empezar a rodar la película el pasado lunes en Roma.
El filme saldrá antes de las elecciones generales. "Espero que despierte dudas", dice el director
El deseo del director adquiere todo su significado cuando se considera que El caimán, según informa la productora (Sacher Film, del propio Moretti), estará en las salas en marzo de 2006. Es decir, pocas semanas antes de las elecciones generales italianas, previstas para la primavera del próximo año.
La vuelta de Moretti no sorprende. En los últimos años su figura se ha convertido en el paradigma del intelectual comprometido con la vida política y social de su país. Sus intervenciones después de la victoria de Berlusconi en 2001 fueron un elemento clave en el nacimiento de un fuerte movimiento ciudadano de presión sobre el Gobierno y, a la vez, sobre la clase dirigente de la izquierda.
Ese movimiento -el de los girotondi- empezó el día en el que Moretti se atrevió a tomar el micrófono en una multitudinaria manifestación de la izquierda en Roma para decir que "con esta clase dirigente no iremos muy lejos" (refiriéndose a los líderes de la oposición). Manifestó, sencillamente, lo que muchos pensaban y que nadie se atrevía a decir. Sus palabras y sus intervenciones contribuyeron a llevar a la calle a centenares de miles de ciudadanos. Y Massimo D'Alema, ex presidente del Gobierno y representante de relieve en el panorama de la izquierda italiana, tuvo que reconocer hace poco que "Moretti nos dio un latigazo fundamental para reaccionar a la derrota [en las elecciones generales de 2001]".
Una reacción que se concretó en la importante victoria en el voto regional del pasado mes de abril (12 a 2 a favor de la oposición italiana), pero que todavía no ha establecido un clima de armonía y unidad entre los dirigentes del centro-izquierda.
El director romano, como de costumbre, guarda mucha discreción sobre los detalles del filme. Sólo se sabe que no se tratará de un documental, sino de una película de ficción, y que el propio Moretti, por primera vez en su larga trayectoria cinematográfica, no actuará y se dedicará sólo a la dirección. Moretti -que fue galardonado como mejor director en el Festival de Cannes de 1994, por su película Caro diario- es también autor del guión. En cuanto al papel de Berlusconi, la productora no quiso desvelar quién será el actor que represente al actual primer ministro.
Todo parece calculado para que el cineasta añada su poderosa voz a la dialéctica de la campaña electoral del año que viene. Todo, menos la eléctrica e inestable situación económico-social de Italia, que, en plena fase de recesión, con un déficit descontrolado y con un Gobierno debilitado por los resultados de las regionales y por sus divisiones internas, amenaza con llevar el pueblo a las urnas antes de la primavera de 2006. La incógnita está en si el proyecto de Moretti estará listo si hay un adelantamiento electoral.