El día de María Antonia Sánchez

Aunque no será por la puerta grande, María Antonia Sánchez se ganó ayer el mérito de entrar en la historia del torneo de Roland Garros. No se adjudicó el título. Ni siquiera entró en la final. Simplemente, ganó a la campeona del año pasado, la rusa Anastasia Myskina, en la primera ronda. Eso era algo que no había ocurrido nunca en la competición parisiense. Algunas veces la campeona vigente había renunciado a defender su título, pero nunca había caído en su debú. La salmantina, de 27 años, ganó a Myskina por 6-4, 4-6 y 6-0. Hasta ayer, la belga Justine Henin, en 2004, y Arantxa Sánchez Vicario...

Aunque no será por la puerta grande, María Antonia Sánchez se ganó ayer el mérito de entrar en la historia del torneo de Roland Garros. No se adjudicó el título. Ni siquiera entró en la final. Simplemente, ganó a la campeona del año pasado, la rusa Anastasia Myskina, en la primera ronda. Eso era algo que no había ocurrido nunca en la competición parisiense. Algunas veces la campeona vigente había renunciado a defender su título, pero nunca había caído en su debú. La salmantina, de 27 años, ganó a Myskina por 6-4, 4-6 y 6-0. Hasta ayer, la belga Justine Henin, en 2004, y Arantxa Sánchez Vicario, en 1990, eran las campeonas eliminadas más precozmente: las dos perdieron en la segunda ronda.

La decepción quedó reflejada en el rostro de Myskina. No sólo por la derrota que acababa de encajar, sino porque la rusa está viviendo un auténtico drama familiar: su madre sufre una grave enfermedad. Lo explicó ella misma, aunque no quiso aportar más detalles y pidió que no se le preguntara sobre el asunto. "Sé que se está comentando que no estoy bien desde hace algunos meses", dijo la sexta jugadora mundial, de 23 años; "pero es a causa de mi madre, que tiene problemas muy serios de salud. Eso me está afectando muchísimo".

Sin embargo, el problema de Myskina no es sólo su falta de concentración. Hace ya algunos meses que siente dolores en su hombro derecho que le impiden sacar con toda su potencia. "Antes de salir de Moscú, les dije a mis amigos que, si querían verme en París, vinieran a las primeras rondas", deslizó. Desde sus triunfos en Roland Garros y Moscú en 2004, sus resultados no invitaban al optimismo: este año no ha pasado de los cuartos de final y lleva un balance de una victoria y tres derrotas en tierra batida.

A María Antonia Sánchez, 109ª del mundo, la victoria le llega en un momento difícil de su carrera, puesto que había perdido en seis primeras rondas esta temporada y no ha pasado de la tercera en ningún torneo. "Me da confianza y fuerza para seguir luchando en este mundo que me encanta", sonrió. Su próxima rival será Emmanuelle Gagliardi (105ª).