Jaque a la Liga
Para proclamarse hoy campeón, al Barça le basta igualar ante el Levante el resultado que logre el Real Madrid en Sevilla
La plantilla del Barcelona dice estar dispuesta a rematar hoy la Liga a su aire, es decir, a la velocidad supersónica a la que se propulsó tras el último de sus escasos tropiezos en el campeonato, ante el Real Madrid. A tres jornadas para el final, el Barcelona ha planteado el primer jaque a la Liga. El desenlace se juega hoy a dos bandas, en Sevilla y en Valencia.
El Madrid está obligado a vencer en el Sánchez Pizjuán (20.00 horas, PPV) si quiere mantener una semana más las espadas en alto. Pero no le basta. Tendrá que esperar a lo que ocurra dos horas después. Porque igualando el resu...
La plantilla del Barcelona dice estar dispuesta a rematar hoy la Liga a su aire, es decir, a la velocidad supersónica a la que se propulsó tras el último de sus escasos tropiezos en el campeonato, ante el Real Madrid. A tres jornadas para el final, el Barcelona ha planteado el primer jaque a la Liga. El desenlace se juega hoy a dos bandas, en Sevilla y en Valencia.
El Madrid está obligado a vencer en el Sánchez Pizjuán (20.00 horas, PPV) si quiere mantener una semana más las espadas en alto. Pero no le basta. Tendrá que esperar a lo que ocurra dos horas después. Porque igualando el resultado que coseche el Madrid en Sevilla, el Barça será matemáticamente campeón. Una derrota madridista acabaría con el suspense antes de que el Barça comenzara a jugar. El Levante, en tal caso, le haría el pasillo de los campeones a los jugadores de Rijkaard cuando comparezcan para disputar el partido en el Ciutat de València( 22.00 horas, La2 y Autonómicas).
Ha pasado poco más de un mes desde aquella derrota en el Bernabéu que provocó uno de los rarísimos arrebatos de Frank Rijkaard. "Nos hemos relajado demasiado y eso lo estamos pagando (...) Hay que recuperar la humildad, el sacrificio y el compromiso (...)", fueron algunas de las frases con las que llamó al orden a una tropa que había cedido cinco puntos de golpe, porque previamente se había encallado también ante el Betis (3-3) en un partido que bien pudo perder. El puntual y certero enfado del entrenador holandés tuvo un efecto fulminante. El Barça recuperó la eficacia y hasta el brillante juego con el que se había puesto en órbita en el primer tramo del campeonato y había abierto diferencias de hasta 11 puntos respecto al Madrid. Desde el toque de atención de Rijkaard, el Barcelona ha respondido partido a partido al acelerón del Real Madrid, que ha sumado siete triunfos de manera consecutiva. El Barça ha estado siempre al quite. En las cuatro últimas jornadas ha sumado otras tantas victorias, con un balance de diez goles a favor y ninguno en contra. Envuelto por la atmósfera propiciada por tan contundentes respuestas, contando con seis puntos de ventaja respecto a su único rival en la pugna por el campeonato y a sólo tres jornadas para el final, el Barcelona comparece hoy en el campo del Levante con todos los pronunciamientos y la resuelta intención de finiquitar la cuestión y festejar un título que no gana desde hace seis años, cuando era dirigido por Louis Van Gaal.
La baja de Belletti obliga a Rijkaard a reordenar a su equipo ante un partido que la plantilla asegura estar resuelta a ganar suceda lo que suceda antes en el Sevilla-Madrid. El movimiento está cantado. La ausencia del lateral brasileño la ocupará Oleguer, la de éste en el eje de la zaga hará que Márquez retrase su posición al tiempo que Xavi pasa al medio centro. En fin, que el jugador que entrará en el equipo será Iniesta. El liviano centrocampista albaceteño es un reserva al que Rijkaard le está dando tanta cancha como a los titulares. Enfrente, el Barça tendrá al Levante está en plena lucha por la permanencia y necesita el triunfo para mantener a raya al Mallorca, que pugna por limar una desventaja que ahora es de tres puntos. El partido se verá mediatizado por lo que acontezca poco antes en el Sánchez Pizjuán. En cualquier caso, el Barcelona estará arropado en Valencia por una multitud de seguidores ansiosos por cantar el alirón. Tras seis años de sequía de títulos, el Barça quiere rematar la Liga con la misma majestuosidad con la que la ha disputado.