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Rivero devuelve el favor a Granada

El escritor cubano inaugura el Festival de Poesía, que en 2004 se cerró exigiendo su liberación

Dieron fuerza a mi esperanza cuando prácticamente se desvanecía". El primer Festival Internacional de Poesía de Granada, celebrado el pasado año, se cerró con un manifiesto en favor de la libertad del poeta y periodista cubano Raúl Rivero, por entonces encarcelado en su país por sus ideas contrarias al régimen de Fidel Castro. El disidente, liberado el pasado diciembre tras cumplir un año de los 20 de condena por traición a los que le sentenciaron, inauguró ayer la segunda edición del certamen, en el que participan también poetas como Luis García Montero, Carlos Marzal y Vicente Gallego. "Veng...

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Dieron fuerza a mi esperanza cuando prácticamente se desvanecía". El primer Festival Internacional de Poesía de Granada, celebrado el pasado año, se cerró con un manifiesto en favor de la libertad del poeta y periodista cubano Raúl Rivero, por entonces encarcelado en su país por sus ideas contrarias al régimen de Fidel Castro. El disidente, liberado el pasado diciembre tras cumplir un año de los 20 de condena por traición a los que le sentenciaron, inauguró ayer la segunda edición del certamen, en el que participan también poetas como Luis García Montero, Carlos Marzal y Vicente Gallego. "Vengo con un sentimiento inmenso de gratitud hacia toda la gente de esta ciudad", dijo en su presentación.

La "declaración de Granada", como llama Rivero a ese manifiesto publicado en EL PAÍS el 27 de mayo y firmado por Ángel González, José Manuel Caballero Bonald, Francisco Brines y 109 intelectuales más, se complementó meses después con una oferta de asilo ofrecida por el Ayuntamiento y apoyada por todos los grupos políticos. "Me enteré de esa oferta en mi celda", explicó el fundador de la agencia de noticias disidente Cuba Press. "Mi esposa me llamó por teléfono y me dijo que había sido aprobada por todos. Imagínense lo que fue recibir esa noticia cuando no tenía ninguna esperanza de salir. Eran días angustiosos, pero esa declaración recorrió el mundo entero", recordó.

La noticia, según Rivero, no fue recogida por la prensa oficial cubana -un "sistema propagandístico", para el escritor- pero sí la conocieron las autoridades y "sectores de la resistencia pacífica" a través de Radio Exterior de España y otras emisoras de Florida (EE UU). "Creó cierta incertidumbre porque fue inesperada", afirmó. Sus propios carceleros le preguntaron por esa reacción a su encarcelamiento. "No sé la razón, pregúntenle a ellos, pero creo que hay un grupo de escritores demócratas que consideran que esto es una injusticia y están luchando para que salgamos todos", les respondía. "A mí, en realidad, no me extrañaba", prosiguió el opositor a Castro. "Esta ciudad tiene varios espíritus poderosos que la amparan, como por ejemplo Lorca".

Espiritismo

El cubano calificó su relación con Granada como "una cuestión de espiritismo", porque esa ola de solidaridad se produjo mientras leía Completamente viernes, de Luis García Montero, un libro que le había regalado un corresponsal de un medio español. "No tenía contacto con ningún autor ni con los organizadores del festival. Sólo conocía personalmente a [los poetas] Milena Rodríguez y José Carlos Rosales [ambos afincados en Granada] pero era una amistad muy restringida debido a que me encontraba preso".

Rivero publicará próximamente Vidas y oficios, que recoge algunos de los poemas que escribió en la cárcel, y está en tratos con Espasa para editar un libro de relatos y una novela. "Se trata de un texto que se mueve en esa franja de la sociedad cubana que ahora está completamente marginada que es el mundo de la oposición pacífica, de las bibliotecas independientes... Una historia de amor y desamor, partidas y catástrofes personales, en medio de ese ámbito completamente desconocido para los cubanos como carne de literatura", explicó.

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Pero el periodista no pudo escapar ni siquiera en Granada a la polémica que despierta por sus ideas anticastristas. Un grupo de jóvenes de una organización comunista interrumpió su discurso mostrando papeles en los que se leía "Disidente por un puñado de dólares". Rivero pidió al alcalde, José Torres Hurtado (PP), que no los desalojara y les permitiera hablar. "Me siento muy feliz de que pasen estas cosas porque es la prueba de que estamos en un país democrático", dijo entre los aplausos de los asistentes.

La segunda jornada del festival tiene hoy como acto principal una lectura de poemas de Joan Margarit, Pere Rovira, Yolanda Castaño, Noni Benegas y Félix Grande. La cita es en la facultad de Derecho a las 13.30.

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