"Esta victoria no es mía, sino de los jugadores"

Expulsado con roja directa por agresión, Zidane no podrá jugar contra la Real Sociedad el próximo sábado, y quién sabe si la justicia deportiva no lo penaliza con más partidos. Tampoco estarán Salgado, que vio su quinta amarilla, ni Samuel, que vio dos en la noche de ayer. El Madrid asegura que recurrirá ambas sanciones. Mientras, sus jugadores y su técnico celebraron una victoria agónica.

"Los jugadores no jugaron prácticamente como yo quería", dijo Vanderlei Luxemburgo, el técnico del Madrid, en medio de un ataque de euforia que, aseguró, lo llevaría a regar la noche con cerveza. "No ...

Expulsado con roja directa por agresión, Zidane no podrá jugar contra la Real Sociedad el próximo sábado, y quién sabe si la justicia deportiva no lo penaliza con más partidos. Tampoco estarán Salgado, que vio su quinta amarilla, ni Samuel, que vio dos en la noche de ayer. El Madrid asegura que recurrirá ambas sanciones. Mientras, sus jugadores y su técnico celebraron una victoria agónica.

"Los jugadores no jugaron prácticamente como yo quería", dijo Vanderlei Luxemburgo, el técnico del Madrid, en medio de un ataque de euforia que, aseguró, lo llevaría a regar la noche con cerveza. "No jugaron como yo quería", apuntó; "y por eso esta victoria es de los jugadores, no mía. Pero sí pusieron el corazón y el alma en las botas. Hemos garantizado el segundo puesto con una victoria para disfrutar. Y hemos demostrado que la plantilla está volcada en ganar la Liga".

Fue una noche eléctrica en Chamartín, con la tensión de las finales, con el público encendido y los actores bañándose en el mismo flujo emocional. Luxemburgo, que gesticuló y gritó en la banda como un chamán, dijo que no vio la evidencia del primer tiempo: un Villarreal superior. "El partido", aseguró; "ha sido muy fácil de conducir y muy tranquilo hasta el penalti inexistente que lo complicó todo".

"Hemos ganado a la heroica", dijo Salgado; "a pesar del arbitraje". El gallego, como todos sus compañeros, se acordó del árbitro y de una pasión que parecía extinguida. "El espíritu", prosiguió, "que ha puesto hoy el equipo es con el que se ganan partidos y competiciones. Apelando al corazón. Me ha recordado al Madrid que teníamos hasta hace poco. El que pone el corazón y no sólo la calidad. En el vestuario, durante el descanso, nos hemos dado cuenta de que sólo nos quedaban 45 minutos para ir por la Liga, y que si no, no se iba a poder hacer nada. Al Barça le debe haber quedado un sabor agridulce. Esto les va a meter presión. Les quedan 19 horas muy duras".

El técnico del Villarreal, Manuel Pellegrini, comentó que vio a un Madrid flojo. "Teníamos el partido controlado y no aseguramos el 2-0", aseguró, recordando la jugada en la que Riquelme y Forlán se quedaron solos frente a Casillas. El uruguayo lanzó fuera. Como dijo Sorín: "Ésa fue la jugada bisagra del partido. A partir de ahí cambió todo".

"Sinceramente", prosiguió Pellegrini; "desde el segundo gol del Madrid ya no se volvió a jugar. Contra equipos como el Real Madrid hay que rematar. No sé si hemos perdido un momento histórico para ganar en el Bernabéu pero sí una buena oportunidad porque se demostró que estamos en un momento futbolístico superior al del Real Madrid".

El Madrid fue muy pitado por su público en la primera parte. El técnico del Villarreal no vio nada bueno en su rival hasta la segunda: "Como comentamos con los jugadores; el Madrid es un equipo que parece que no hace nada y te gana en cualquier momento. Aún así, yo creo que el Barça no va a perder la Liga".