Trepidantes

Se les califica ya como nuevos reyes del rock y, a juzgar por lo visto en Madrid de su segundo disco, Hurricane Bar, lo cierto es que hay material para tal aserto. Este quinteto sueco exhibió una fiereza, un buen hacer instrumental y vocal, una querencia por las melodías pop y un culto a la guitarra acompañada de ritmo desbocado que fue para caer extenuados a sus pies después de una hora y siete minutos de concierto. Más tiempo tocando hubiera sido imposible para los músicos, que seguro deben perder varios kilos en cada actuación.

Increíblemente trepidante, Mando Diao demostró h...

Se les califica ya como nuevos reyes del rock y, a juzgar por lo visto en Madrid de su segundo disco, Hurricane Bar, lo cierto es que hay material para tal aserto. Este quinteto sueco exhibió una fiereza, un buen hacer instrumental y vocal, una querencia por las melodías pop y un culto a la guitarra acompañada de ritmo desbocado que fue para caer extenuados a sus pies después de una hora y siete minutos de concierto. Más tiempo tocando hubiera sido imposible para los músicos, que seguro deben perder varios kilos en cada actuación.

Increíblemente trepidante, Mando Diao demostró haber asimilado a la perfección la tradición del garage rock de los sesenta y la energía de los neomods Jam en un concierto divertido en el que cada canción era un tour de force para comprobar de cuánta energía disponían para interpretar sus temas.

En cuanto a estos últimos, eran puro powerpop tocado con actitud punk, siendo las canciones más celebradas por la concurrencia que abarrotaba el local Annies Angle, The band y Clean town, con el que cerraron su actuación ya sin camisa y empapados en sudor.